Bear Family 🐻 Johnil

Parque

Chenle despertó a besitos a Taeil, pues dormir enmedio de sus papis tenía la ventaja de que podía escoger a cual levantar primero.

– Papi.

– Mm

– Te amo.

– Si.

– ¡Papi! Dije que te amo.

– Perdón. Yo también mi bebé. Te amo mucho.

– Despieta.

– Vamos a dormir otro ratito. Es sábado.

– No.

– Mmm.

– ¡Papi! ¡Pipí!

Taeil se levantó súbitamente, llevando en brazos a su hijo al baño para sentarlo en la taza. Lele siempre avisaba cuando estaba a punto de hacerse lo cual siempre los metía en un gran aprieto porque tenían que conseguir un baño o un sitio solitario lo antes posible.

– Apenas y alcanzamos.

– Ti.

Sonrió, mirando a Lele adormilado mientras movía un poco sus piernitas.  Le acomodó los cabellitos todos desordenados, obteniendo una sonrisa muy tierna a cambio.

– Eres igual de tierno y precioso que tu papá John.

– ¿Ti?

– Si amor.

Lo ayudó a ponerse el pantalón otra vez y lo alzó para abrazarlo y darle besitos, teniendo la esperanza de que aún quisiera dormir unos minutos más.

– ¡Papi, heimanito!

– Tu hermano aún está durmiendo mi amor. Vamos a nuestra camita con papá.

– Quelo dolmil con heimanito.

– Pero siempre te deja sin cobijas bebé. Además tiene que dormir.

– Heimanito... Polafoi.

Lele puso cara de lástima y Taeil suspiró dándole un beso en la frente, dirigiéndose a la habitación de Haechan. El niño estaba descansando acurrucado entre sus cobijas, profundamente dormido. Chenle se rió y apenas Taeil lo dejó en la cama gateó para instalarse junto a Haechan, elevando toscamente las cobijas para entrar en ellas.

– Haechannie mi amor.

Taeil acarició el hombro de su hijo. No quería despertarlo pero tenía que avisarle para que fuera cuidadoso con el bebé.

– ¿Papi?

– ¿Ya no me dices hermoso papi Taeil?

Haechan sonrió con los ojos aún cerrados y bostezó, abrazando un momento a su papi.

– ¿Qué pasó?

– Tu reycito quiere dormir contigo. ¿Si lo dejas?

– Mi rey.

– ¡Ti! ¡Yo!

Respondió Chenle, que se sentía el rey del niño porque siempre lo complacía en todo y además el mismo John le había puesto ese apodo.
Haechan se rió y asintió sin abrir los ojos, acomodándose en la cama para dejarle un buen espacio a Chenle. Taeil los miró acurrucarse juntos y Haechan rodeó al bebé con un brazo para que no fuera a rodar por la cama. Se propuso vigilarlos un ratito porque le ponía algo nervioso lo inquieto que era Lele para dormir y quería asegurarse que no sufriera algún accidente, pero salió de la habitación después de unos minutos ya que los dos se quedaron dormidos muy pronto, con sus naricitas prácticamente rozándose por lo cerca que estaban.