Bear Family 🐻 Johnil

Hello Future: pt. 28

– Muchas gracias por acompañarme, Tae.

– No tienes por qué agradecer. Lele también es mi bebé.

– Lo sé. Gracias por quererlo tanto.

– Jaemin me preguntó si puede quedarse a dormir hoy con él.

– Claro que sí puede. Se lo agradeceríamos mucho...

Taeyong le sonrió a Taeil y le dió un apretoncito en la mano. El mayor de ambos continuó con el masaje en las delicadas manos de Chenle, que dejó escapar un pequeño gas.

– Es como Jaehyun.

Los adultos no pudieron evitar reírse un momento hasta que Taeil se cubrió la boca y bajó la mirada, sintiéndose culpable.

– Taeil, te reíste. Mereces reírte. No tiene nada de malo.

El castaño negó con la cabeza, apretando los labios. Era la primera vez en dos meses que se reía y no se sentía bien.

– No me lo merezco.

Taeyong lo abrazó por la espalda, dándole algo de consuelo.

– A Chenle le encantaría que tú estuvieras bien, Taeil.

– ¿Tú crees?

– Si. Claro que sí.

– Mi bebé. Yo no puedo estar bien sin ti.

Se sentó a un lado de su hijo y le besó la mejilla con ternura. Taeyong se sentó en los pies del niño, ni siquiera podía imaginarse por lo que ellos estaban pasando.

– ¿Qué les dijo el doctor de Francia?

– Fue muy grosero. Ha sido el médico más grosero hasta ahora. – Taeil se cubrió la cara con las manos. – Pero queríamos su opinión porque es el mejor cardiólogo infantil del mundo, supuestamente. No quiso venir, pero le enviamos todo por correo.

Taeyong no siguió preguntando cuando escuchó la voz de su amigo romperse, pero Taeil siguió.

– Dijo que su corazón está destrozado y sus riñones igual. – susurró Taeil con la voz ahogada. – Dijo, textualmente que sus pulmones son inservibles y que él es un vegetal. Y que lo único que él puede sentir es dolor.

– Lo siento mucho...

– Al final nos insultó a Johnny y a mi por no desconectarlo. Dijo que somos muy crueles por no dejarlo descansar. Pero no podemos Tae te juro que no podemos... Ya nos hicimos análisis para ver si podemos donarle un riñón, un pulmón o el corazón. Johnny dice que si es compatible él se los da y lo sabremos hasta que regresemos. Yo se los quiero dar también, por eso no hay problema. Sólo quiero que él esté bien pero... Si no queda bien de su cabeza. Es muy difícil Tae. ¿Tú... Qué piensas?

Taeyong lo abrazó, dejándolo llorar en su hombro.

– Taeil nadie puede juzgarlos. Nadie, absolutamente nadie. Yo te comprendo, yo haría exactamente lo mismo que tú.

Taeyong le limpió las lágrimas y suspiró.

– Por favor dime qué hacer, dime qué harías tú. Te lo ruego...

El pelinegro hubiera preferido no tener una carga tan importante, pero Taeil en verdad lo necesitaba.

– Lo que yo haría es ir a Alemania a buscar a ese neurólogo. Lo intentaría una vez más. – el pelinegro le acarició el cabello, ya había perdido la cuenta de cuántos especialistas habían visto a Chenle y no dudaban en asegurar que ya no había solución. – Pero la decisión es sólo de ustedes dos. Son sus papás y nadie lo ama más. Johnny y tú tienen que decidir lo mejor para su niño. Lo harán bien. Lo siento mucho.