Viernes.
Era la fiesta de cumpleaños de la señora Teresa. Eran las cinco de la tarde y ya se escuchaba buena música por casi toda la cuadra. En su casa se podía sentir un rico aroma de comida. Y en la parte trasera había una mesa larga, en donde había diferentes tipos de botanas, bebidas, un gran pastel y ciertos regalos.
Cuando Mauricio y Angelina, salieron de su casa, junto a Eliot y Natalia que llegaron de visita, para luego ser unos invitados más a la fiesta, se encontraron a Dalila entregándole un regalo a la señora Teresa.
-se te juntó el ganado amigo. -susurró Eliot. Los tres soltaron una risa, mientras que Mauricio solo se mantuvo serio. Preocupado de que Amy confundiera las cosas.
-¡Dalila! -gritó Dylan cuando salió de la casa de su vecina, para luego darle un fuerte abrazo a su amiga, quien le devolvió un fuerte abrazo también.
Eliot y Natalia pasaron junto con la señora Teresa hacia la casa y guiarlos hasta la parte trasera que es en donde se encontraba la fiesta.
Por seguido, Mauricio y Angelina se acercaron a ella. Notaron que dentro del carro se encontraba una chica con la que Mauricio solía verla algunas veces. Esa misma chica que una vez le confesó su amor por él, pero que rechazó.
Dalila, no parecía nada bien. Sus ojos estaban hinchados como si hubiese estado llorando por días. Sin embargo, seguía muy bien vestida como siempre.
-hola cariño. -saludó Angelina con un fuerte abrazo. Notó que ella no se encontraba tan bien y eso fue algo que la hizo sentir muy mal.
-hola... a todos. -pronunció nerviosa por tan solo tener la mirada triste de Mauricio en ella.
-¿la señora Teresa te invitó a su fiesta? -preguntó Dylan para iniciar una conversación.
-sí, pero le dije que no podía. Así que, solo vine a dárselo personalmente.
Dalila forzó una sonrisa. Una sonrisa la cual era una capa para esconder su tristeza.
-chicos, estoy aquí para despedirme. Iré con mi padre a Canadá para seguir mis estudios. Esto ya había sido una decisión que había tomado pero que, por mantener esperanza en el amor no lo hice.
-Dalila, lo siento tanto. -enunció Mauricio con sus ojos cerrados. Incapaz de poder verla directamente.
-no te preocupes Mau. Si tú eres feliz por haber encontrado a tu verdadero amor, yo también lo seré. Tan solo te pido que, la cuides, la valores y goces del amor que ella te podría ofrecer. -pronunció apenas con una sonrisa y al mismo tiempo dejando caer sus lágrimas de dolor.
-gracias. Te deseo lo mejor por siempre. -le dio un fuerte abrazo.
En medio del abrazo, ella vio que Amy estaba moviendo unas plantas junto con la señora Teresa. Volvió su mirada a su ex amor.
-gracias. Estaré para ayudarlos a todos. Y, Angelina, espero poder conocer algún día a tu bebé y que todo marche bien en tu embarazo, en tu rol de madre, en tus estudios y en tu vida. Dylan, cuida mucho de ella. También díselo a Theo. Sé que los tres armarán un gran equipo, junto a Natalia. -soltó un delicado suspiro. -los quiero mucho a cada uno de ustedes. -ahora soltó sus lágrimas.
Los chicos la abrazaron entre todos. Y por seguido, Angelina y Dylan se alejaron para dejarla a solas con Mauricio.
-espero que seas muy feliz con ella.
-y yo espero que encuentres un verdadero y honesto amor.
Dalila solo asintió. Apenas y pudo sonreír. Se dio la vuelta para entrar al auto, tan solo que permaneció parada, hasta que, se regresó para besarlo, sin importar que detrás se encontrara Amy.
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Madre adolescente
Teen FictionLa vida de Angelina era muy lujosa. Tanto, que trataba a los demás como personas insignificantes por no estar a su nivel. Su madre era la alcaldesa y su padre, fallecido, era dueño de una compañía de moda. Hasta que, fotos y vídeos íntimos fueron f...