Las puertas de la gran mansión se abrieron, gracias a aquella mucama que estaba enamorada de Mauricio. Le hizo el favor de hacerlo pasar, a pesar de que tenían prohibido la entrada, ya que atrás de la casa se estaba llevando a cabo una fiesta con personas importantes del país.
Mauricio se bajó del auto con su arma en mano. Eliot y Natalia se encontraban conversando en la parte delantera y cuando lo vieron corrieron hacia él. Y al notar el peligroso artefacto que tenía en su mano, se asustaron e intercedieron con él.
–¡¿Qué piensas hacer amigo!? ¡no, carajo! ¡no! –forcejeó Eliot contra un Mauricio más musculoso y lleno de rabia. Su desesperación aumentó al notar que no podía más contra él. Mauricio se convirtió en su amigo y no quería permitir que cometiera un grave error. Ni él, ni Natalia entendían que estaba sucediendo.
–¡Mauricio! Reacciona. ¡Mírame amigo! ¡Mírame! –pidió Eliot al estar apretando su mano y con la otra tomándolo del cuello para obligarlo que lo mirara. –te reencontraste con el amor de tu vida, vives con tu hermana, quien está esperando un bebé y te va a necesitar. Piensa en eso. No sé qué mierdas sucede, pero no cometas un error.
–¡quítate de mi camino Eliot! –lo empujó con su fuerza extrema, cayendo bruscamente al suelo.
Cuando Mauricio se está dirigiendo hacia la parte trasera, Eliot corrió hacia él y le propinó un fuerte golpe en su rostro. Del cual no causó ni un solo movimiento en él.
–¡Mauricio! ¡Por favor! –gritó desesperada Natalia al acercarse también. –por favor, no hagas lo que sea que quieras hacer. Yo te considero mi hermano mayor y yo también voy a necesitar de ti. Así que, prométeme que no asesinarás a nadie.
–prometo contenerme. –pronunció fríamente, ignorando la angustia de sus amigos. Y rápidamente se fue hacia el patio trasero para así por fin enfrentar a su padre.
Al llegar, soltó un disparo del cual todos se asustaron, se agacharon y buscaron algún refugio.
–¡DÓNDE CARAJOS ESTÁS RAÚL SANTIAGO!
–¡qué te pasa hijo, por qué llegas así! ¡No vez que está la prensa aquí! –respondió de inmediato Raúl al acercarse. Hasta que detuvo su paso al ver que su hijo lo apuntaba con un arma.
–¡CÓMO CARAJOS FUISTE CAPAS DE HACERME ALGO ASÍ! ¡CÓMO CARAJOS FUISTE CAPAS DE INTERPONERTE EN MI FELICIDAD!
–¿de qué estás hablando, hijo mío? Sabes que te amo y jamás haría algo para dañarte. –enunció Raúl, inocente y muy asustado.
–¿ah no?
–¡claro que no sería capaz Mauricio! –defendió Paula al salir de su escondite. –ahora, lárgate de inmediato de mi propiedad que llamaré a la policía para que te lleven a la cárcel.
Mauricio soltó una risa.
–hijo, hablemos adentro. –pidió Raúl al acercarse lentamente.
Mauricio, al notar de reojo que su padre está intentando tomar el arma, actuó rápido y le pegó con el objeto en su cabeza. Luego, con sus propias manos lo golpeó en su pómulo y al ver que cayó del dolor le dio una patada en su estómago.
Los guardias llegaron y tomaron a Mauricio de sus brazos mientras él forcejeaba para seguir pegándole a su padre, ya que, no podía soportar que él estuvo tan tranquilo durante casi tres años luego de la golpiza que le dio a una pobre mujer indefensa.
–¡ESTO ES LO QUE TE MERECES POR HABER AMENAZADO A MI FUTURA ESPOSA, CONTRA SU MADRE PARA QUE SE ALEJARA DE MÍ Y PARA QUE NUNCA SUPIERA QUE TUVE UN HIJO! ¡UN HIJO DEL CUAL SEPARASTE DE SU PADRE Y DEL CUAL SU PADRE NO PUDO DISFRUTAR DE SUS PRIMEROS MESES DE NACIDO! –se soltó del agarre de tres guardias con mucha fuerza. –¡TE ODIO RAÚL SANTIAGO! ¡JAMÁS VOLVERÉ A CONSIDERARTE MI PADRE!
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Madre adolescente
Teen FictionLa vida de Angelina era muy lujosa. Tanto, que trataba a los demás como personas insignificantes por no estar a su nivel. Su madre era la alcaldesa y su padre, fallecido, era dueño de una compañía de moda. Hasta que, fotos y vídeos íntimos fueron f...