Finalizó el año escolar.
Por la mañana, en los estacionamientos del colegio, dentro del carro de Waldo, se encontraba él, a su lado se encontraba la señora Gisel y detrás iban "los pequeñines". El apodo que dijo Dylan, al estar con Natalia, Angelina y Theo.
Después de unos minutos de espera, todos se encontraban en la dirección de la señora Jazmín. Primero, la señora Gisel y Dylan, hablaron con la directora para que él pudiera ser parte del plantel estudiantil y ella inmediato aceptó, puesto que, Dylan, a pesar de su situación se mantuvo sumamente fuerte para terminar con éxito el año escolar y con calificaciones muy buenas.
Seguido, fue Waldo con Natalia. Él se presentó como el tutor y repentinamente, la señora Gisel se presentó como su tutora. Ella estaba decidida en ayudarla con sus estudios y ser como una madre para ella y también una amiga.
Natalia tuvo que responder a cada pregunta de la directora. Preguntas algo fáciles como las que le dijo a Angelina la primera vez, pero, cuando le pidió que le hablara acerca sus padres, ella rompió en llanto. Jazmín, se mantuvo seria como siempre, le dio un consejo acerca la vida e hizo todo el proceso para tenerla en la lista de las matriculas del próximo año. Tan solo que, le pidió que se inscribiera a las clases de verano de matemáticas y español, que fueron materias las cuales pasó, pero con una nota baja.
Antes de que Angelina se fuera, la señora Jazmín le entregó dos regalos. Uno era de su parte, pero el otro solo tenía una tarjeta la cual decía "felicidades mi niña de ojos brillantes". Ella le agradeció. Y no tuvo que ni preguntar quién le mandaba el otro regalo ya que, con esas palabras, sabía que había sido su madre. Era de esa manera en que le decía cuando estaba más pequeña.
Por la noche, Mauricio, junto a Dylan, Waldo, Eliot y Theo, se encontraban adornando la parte de afuera de la casa. Y adentro se encontraban las chicas adornando el árbol de navidad. Incluyendo la señora Teresa.
–iré a tomarme la pastilla ¿algunas de ustedes quieren algo de tomar? –avisó Angelina y todas dijeron que sí.
–yo voy contigo cariño, para ayudarte con los vasos. –se ofreció la señora Teresa al dejar las luces a un lado.
Amy y Natalia compartieron una mirada. Cuando Amy está por querer ir también, Natalia la detuvo y le dijo que, no se preocupara.
Cuando ambas estaban en la cocina, Angelina se tomó su pastilla y por seguido empezó a servir los vasos con jugo.
–a esta bebida le hace falta algo. ¿Tienes galletas?
–sí. Están ahí. –señaló un estanque grande que casi llega al techo.
La señora Teresa agarró tres tipos de galletas y las regó en una bandeja. –por cierto, Angelina, antes de que salgas. Te quiero decir algo.
–sí, dígame.
–no me gusta que una niña como tú se relacione mucho con mi buen hijo.
Angelina unió su entrecejo y soltó un soplido con enojo.
–no me hagas ese gesto porque debes saber a qué me estoy refiriendo. A tus fotos y videos, tu reputación y tu embarazo. Son cosas que no le acepto a ninguna chica con la que Theo vea como amiga. A demás, no eres lo suficiente para él. No estás a su alcance y nunca lo serás. Él merece estar con una verdadera dama, no con una niña estúpida que abrió las piernas y cometió su peor error a sus quince años. Que te quede claro.
–¡huy! Sabe, no sabe cuánto me gustaría llamar a su guapo hijo, y así poder darle un buen beso frente a su maligna presencia. Pero sabe, mejor no, porque estoy cien por ciento segura que él se muere por besar mis labios y sé que pronto él caerá, ambos caeremos y usted se irá al carajo. Ahora, mejor dejemos de discutir como suegra y nuera por un momento porque sé que nos espera todo un futuro para hacerlo.
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Madre adolescente
Teen FictionLa vida de Angelina era muy lujosa. Tanto, que trataba a los demás como personas insignificantes por no estar a su nivel. Su madre era la alcaldesa y su padre, fallecido, era dueño de una compañía de moda. Hasta que, fotos y vídeos íntimos fueron f...