Continuación del 67

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Natalia. 

Había llegado el momento esperado. Angelina se encontraba frente a la cuna intentando encontrar algo que revelara el género del bebé. Buscaba y buscaba y nada. Así como Amy, yo también tenía las ganas de volcar la cuna y encontrar sea el objeto que sea, que la señora Erika había metido.

–bueno, al parecer Angelina no ha podido encontrar en medio de los globos lo que todos queremos ver, así que, invito a que cada uno pase y escoja un globo, en adivinanza del sexo que será.

Yo escogí el color rosado, así como Amy, su madre, la señora Gisel, Eliot y Theo. En cambio, Mauricio, Dylan, Yael y Waldo, escogieron el color azul. Había sido un cambio de última hora porque justo ayer los cuatro concordaban que sería una niña. ¿Quién los entiende?

Muchos de nuestros vecinos, en su mayoría, tenían globos azules. ¡Ojalá y pierdan! Ese momento lo veía como una competencia.

–¡oh! Toqué algo. A ver...

Angelina sacó una caja mediana. De la cual empezó a sacar tiras de papel del mismo color, rosado y azul. Por su gesto tan sonriente, supe que ya había encontrado algo. Miró a la señora Erika y ella ya se encontraba con lágrimas rozando sus mejillas. De repente, Angelina sacó gritando de la emoción un vestidito rosa.

Todos empezamos a gritar y a saltar de la emoción. Theo fue quien más se emocionó y fue el primero en correr para abrazarla. De ahí fuimos los demás. Y nos dimos ese fuerte y agradable abrazo familiar.

Cuando todos se fueron separando, solo escuché un susurro de Theo:

–eres lo mejor para mí. Cuidaré de tu hija con mi vida.

Angelina en respuesta le sonrió, para luego darle un beso en sus dos mejillas.

–dame otro en el cuello para tatuármelo. –escuchamos, Eliot y yo y nos echamos a reír. Angelina, muy sonriente, le dio el beso.

–HOLMES, HOLMES. Te paso esta.

–¡ay! Hermanito, solo fue un besito tierno. Es más, es como si te diera uno. –Angelina le dio un beso en su mejilla. –vez.

–bueno, yo estos besos los sentí con más pasión. –comentó Theo guiñando el ojo.

Dylan soltó una sonrisa. –Angelina es buena en eso.

Todos miramos a Dylan en silencio. Incluyendo Theo que lo miraba, no sé si con enojo o con envidia. –¡oh! Lo siento mucho. Disculpen. Discúlpame tú Theo, que sé que te gusta y que somos amigos.

Angelina compartió una mirada sorprendida con Amy, Eliot y conmigo. Luego, se levantó de su silla con la excusa de que una de sus vecinas la estaba llamando. Era notable que se sintió avergonzada y hasta un poco incómoda.


Por la noche, ya habíamos abierto los regalos y, Mauricio con Amy habían contado el dinero que venía en la lluvia de sobres. Todo estuvo perfecto. Todo había sido de maravilla y por fin ya todos sabíamos que dentro de dos meses conoceríamos a la reina de la casa y de nuestros corazones.

–creo que ya es tarde. Nos tenemos que ir Dylan. Debes descansar. –comunicó la señora Gisel al salir de la cocina luego de haber dejado unos trastes lavados.

–sí mamá. Ya quiero acostarme. –dijo Dylan al levantarse del sillón viéndose algo adolorido con ayuda de Eliot.

–yo me iré a dormir con mi nieto. De verdad que fue un día agotador. –agregó la señora Belén al levantarse. Le ofrecí de mi ayuda para que anduviera con más cuidado.

Por seguido, salí de la casa para despedirme mejor de Eliot. Él se quedó de frente a la puerta como si hubiese adivinado de que saldría por él.

–¿por qué sonríes? –me preguntó al verme.

–por ti. Gracias por haber compartido con nosotros. Sé que tenías práctica con el equipo.

–recuerda que dejé al equipo.

–¡ay! Cierto. –pronuncié con una sonrisa apenada. Sus ojos en mí, me hacía sentir esas mariposas en el estómago. ¡Qué hombre tan bello! –¿Cuándo nos vemos de nuevo?

–solo tú dime cuando quieras y ahí estaré.

Asentí con una sonrisa, no sé si de felicidad porque Eliot me ha cambiado y me ha hecho sentir tan libre o no sé si fue una sonrisa de enamorada por lo que estoy comenzando a sentir por él, por su caballerosidad, sus bromas, su sonrisa, su mirada matadora y por todo el apoyo que me ha brindado durante casi, todo este año.

–¡oigan! ¡Ya bésense mejor! –gritó Dylan justo cuando ya se estaba yendo. –¡los amos chicos! ¡Wooh! ¡Voy a tener una sobrina! –siguió gritando emocionado. Muy contento. Así llamando la atención de algunos vecinos.

–deseo que esa energía y jocosidad de él nunca se apague. –comentó Eliot con una sonrisa.

–yo deseo que se pueda seguir mejorando. Estoy tan alegre de que su tratamiento le esté funcionando poco a poco.

–sí. Son buenas noticias. –dijo sin quitarme su mirada. Ya me estaba poniendo más nerviosa. Mis manos estaban sudando. –ya me iré. Buenas noches. –se acercó a mí y me abrazó. Quedamos así por un largo tiempo. –siento que no te puedo soltar.

–yo menos. –emití cerca de su oído.

Nos miramos fijamente y no nos contuvimos para darnos ese beso que hace tanto ambos anhelábamos. Ese beso que me dio una respuesta.

Escuché que alguien carraspeó. Nos separamos asustados y cuando vi, era Mauricio.

–¡MAURICIO YAEL! Entra de inmediato y deja a los chicos en paz. –escuchamos un fuerte regaño por parte de Amy.

Mauricio la ignoró y se mantuvo serio. –son las once y media de la noche y ya tú debes estar en tu cama.

–¿por qué te miras la muñeca si ni reloj cargas?

–bueno, ya me iré. –dijo Eliot y rápidamente me dio otro beso en mis labios, para ya luego poder irse.

–Natalia, sabes que siempre te voy a cuidar. Eres mi hermanita también y si tengo que luchar por ti, lo haré.

–gracias. Yo también lucharé por ti hermano mayor.

Ambos entramos a la casa. Amy estaba esperando a Mauricio para poder irse a la cama. Pero antes de eso, él cerró todo. Cuando estoy por ir a la habitación de Angelina, me escondí para ver como Theo le acariciaba con una gran sonrisa, su rostro y panza. Él parecía estar muy contento de tenerla ahí a un lado. Tomó su mano y le plantó un beso. De repente, se levantó para atender una llamada. Su rostro cambió radicalmente. Sacó su cabeza por la ventana y a lo lejos pude notar a su madre enseñándole las fotos prohibidas de mi amiga mientras le decía no sé qué a Theo. Me dio mucha rabia. Hasta él se enfadó, porque salió por la ventana y se fue para su casa.

Así que, ya tengo unabreve conclusión para Amy. La madre de Theo, odia a Angelina por sus fotos,quizás no quiere que su hijo se enamore o tenga una relación con una chica queenseñó todo su cuerpo, por pensar que le será una mala influencia. Y por eso,él se ha mostrado un poco raro y alejado de ella. Por todas las barbaridadesque le ha dicho y le dirá su madre. 

¡Vieja loca! ¡La detesto!

Madre adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora