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Arón duró enojado conmigo varios días, apesar que la celebración del matrimonio de ellos estaba cada vez más cerca la situación de la casa no era muy buena.

Mi madre estaba peor que nunca.. Gritaba, azotaba las puertas, casi no comía en el comedor, dejó de cocinar por completo y peor que todo dejó sus medicamentos. Arón jamás le alzó la voz y eso me molestaba por que a mi si me gritaba cuando se enfurecia.

Los chicos me llamaban de vez en cuando y durabamos hablando mucho tiempo, me intentaron convencer en vernos otra vez pero la verdad... Ya estaba cansado de eso.

Ya faltaba solo una semana para el matrimonio y no sabia ni como me sentía... Pasaba las horas drogandome o fumando, esperé por varios días y noches a Arón pero nada...

Estaba tan enojado conmigo solo por lo que le dije que ni siquiera me dirigía el saludo... Talvez fui un poco duro con mis palabras.

Mi madre no estaba en la casa o al menos eso pensaba... Como siempre pensé que hacer, ¿debía o no debía aprovechar para buscarlo y hablar?.

Me senté en la cama y respiré profundo.. Apagué el cigarrillo en el cenicero y me levanté, me miré en el espejo y pensé en cambiarme de ropa ya que tenia un short por mis muslos y una camisa que llegaba también hasta ahí pero mejor no lo hice por que no quería que él pensara que me arreglé por él aunque si lo hubiera hecho.

Salí de mi habitación y a paso lento fui hasta la habitación que él compartía con mi madre... Sorpresa me llevé cuando la vi a ella ahí en la cama sentada, no sabía en que momento había vuelto.

-¿Que piensas en lo que te dije en la mañana?–Preguntó mi madre mirándolo.

-Es tu decisión–Arón estaba en el escritorio junto con el computador y un poco de papeles. -No puedo decidir por ti pero si te digo que si renuncias sera muy difícil volver a conseguir trabajo...

-Lo sé lo sé.. Pero amor si sabemos distribuír el dinero de la hipoteca podremos...

-Lorein mi amor–Arón giró la silla para verla. -El dinero de la hipoteca no lo pienso tocar, sé que es tu casa pero debiste consultarme antes de hacer eso...

-Pero mi amor lo hice por nosotros, así podremos irnos de luna de miel por poco por dos semanas–Mi madre río suave cuando Arón negó levemente. -Cariño si Dennis no viviera aquí no necesitaríamos viajar y no puedo hecharlo por que aun es menor y me puede demandar...

-Lorein, es tu hijo–Arón se levantó de la silla para ir a la cama así que me escondí otro poco. -No puedes hablar de Dennis como si fuera un perro...

-Si fuera un perro no habría problema–Mi madre se sentó y le abrazó el cuello. -Tu mismo vez como él es conmigo, me odia apesar que lo dejo vivir aquí gratis al igual que comer, ni siquiera le exijo que trabaje...

-Yo no tengo problemas en que viva aquí–Arón cerró los ojos y ladeo la cabeza  para que ella lo besara. -Cuando te propuse ser mi novia sabia que tus hijos venían incluidos en el paquete...

-Pero mi amor.. Podemos sacarlo de la cajita de regalo donde venia yo...

Mi madre rio divertida y dejó de besarle el cuello para verlo, Arón sonrió negando levemente.

-Lorein tengo una duda–Arón subió una mano y le acarició la mejilla con cariño. -¿Que me asegura a mi que querrás a un hijo nuestro cuando no sientes nada por tus dos primeros hijos?.

Al escuchar esas palabras puse la mano sobre mi pecho por que me dolía de manera horrible... Se suponía que no quería hijos con ella, se suponía que no habría luna de miel, se suponía que estaban mal y ahora resulta que es todo lo contrario.

-Por qué yo si quiero hijos tuyos mi amor–Mi madre le dio un beso en los labios y suspiró. -Siempre esperé un hombre que me quiera tal cual soy y no me viva criticando, regañando, gritando y hasta golpeando...

-Jamas haría eso mi amor–Arón la abrazó con fuerza haciéndome llorar. -No soy como tú exesposo... Yo jamás te latimaria así...

Una sonrisa se escapó de mis labios y cuando vi que se acostaron besándose volví a mi habitación... Cerré la puerta con seguro y fui a tirarme a mi cama, boca abajo me quedé mirando la pared pensando cuando mi padre la golpeó o cuando le hizo esas otras cosas que dijo, no había recuerdo de eso por que ellos nunca estaban en casa... Y cuando estaban ni se hablaban.

No soporté más el dolor de mi pecho y empecé a llorar, ya tenía suficiente con los dias que Arón ni me habló como para saber ahora todos esos planes que ambos tenían... Debía irme lo más rápido posible, si seguía así iba a caer a un pozo muy hondo de dolor y agonía que en verdad quería dejar.

Impossible LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora