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Arón bajó sus manos a mi trasero y en un solo movimiento me puso contra la cama, metió su rostro en mi cuello y empezó a repartir besos cosquillosos por mi piel haciéndome reír.

No negaría que dediqué muchas noches a llorar y a tratar de seguir mi vida sin recordarlo... Pero aveces la vida es mucho más terca que nosotros.

Arón era mi felicidad, y aunque muchas veces intenté ser feliz siempre estaba su recuerdo. Ahora me doy cuenta que todo lo que pasé en mi vida tenía el simple propósito de hacerme madurar y tener carácter para el hombre que amaba que por cierto es 10 años mayor que yo.

-¡Yaaa... Detente!–Pedí entre risas.

Arón se detuvo y buscó mis labios para morderlos sin lastimarme.

-Quieto–Lo sostuve de sus mejillas y lo separé. -Qué inquieto eres...

-Y eso que no has visto como soy siempre–Habló con algo de diversión y me reí.

-¡Eres un hormonal!–Puse mi mano sobre mi boca y me reí con muchas ganas, no había nada divertido pero la situación de por sí solo se prestaba para ser feliz.

Arón se arrodilló y tomó la sabana que estaba en el suelo, cuando calmé mi risa puse mi pecho contra la cama y lo vi recoger la ropa... Sonreí cuando recordé que el desorden no es lo suyo.

-Buscaré algo de tomar–Arón se sentó en la cama y acarició mi cabello. -¿Futuro esposo quiere que le traiga algo de beber?–Preguntó dulcemente.

Me senté y abracé su cuello acercandolo a mí.

-Tu dime que quieres beber y voy por ello, tu eres mi invitado no esperado–Le di un besito y él suspiró con una sonrisa.

-Esto me hace recordar a las veces que querías atenderme cuando llegaba del trabajo–Arón mordió mi mejilla y reí suave. -Siempre tan atento y hermoso...

-¡Cállate tonto!–Lo tiré a la cama y se senté sobre su pecho. -¿Que te traigo?–Pregunté acomodando su cabello revuelto.

-Un refresco o lo que sea que tengas en la cosina...

Asentí y me bajé de su cuerpo, me puse mi ropa interior y tomé la camisa de Arón para ponermela, cuando él me vio me envió un beso después de decir lo bien que me quedaba.

Salí de la habitación y fui por el corto pasillo con la intención de ir a la cosina pero vi a Mar en la sala pelando con Ron.

-¿Mar que haces aquí?–Pregunté ligeramente sorprendido.

-Vine por mi ropa de trabajo–Ella me mostró su corsé rojo con encaje y una diminuta prenda interior. -Tu gato me lo había sacando de la mochila...

-¿Mi Ron?–Pregunté aguantando las ganas de reír.

-Si, tu Ron, es la única bola de pelos que vive en esta casa... Deja rastro de lo que hace, tu gato no debe llamarse Ron sino tormenta o tornado...

Me reí divertido y fui por Ron que sumisamente se subió encima mio maullando.

-Gracias por las sugerencias pero me gusta Ron–Me acerqué mirando su maleta y ella sacaba dos juguetes que le compré a Ron hace un tiempo. -¿El guardó eso ahí?–Curiose.

-Obvio... Siempre guarda sus cosas en lugares que no debe...

Acaricié a Ron y soltó unos ronroneos.

-No lo consientas, por eso hace lo que hace...

No podía evitar no consentirlo, después de todo había sufrido mucho desde que unas personas le pegaron casi a punto de matarlo... Yo lo salvé y él me salvó evitando que me quitara la vida.

Cuando Mar ya tenía su mochila con sus cosas de trabajo y estaba a punto se irse Arón salió del pasillo vistiendo solamente el pantalón, tenía el celular en su oreja y me dio un casto beso para irse hacia la cosina escuchando lo que le decían.

-¿Y ese dios de donde salió?–Mar me miró sorprendida. -¿Dennis te comiste ese manjar?.

-No lo digas así, y no mires mucho que te conozco y eres capaz de violarlo con la mirada...

-¿Están enserio o me lo cedes?–Se me acercó y me dio un empujón leve.

-No te lo cedo por que es mi hombre–Me alejé de ella y extendí mi brazo hacia la puerta. -Tu te ibas a trabajar..

-Bien, pero al menos dame uno de los que primero te visitaron–Me hizo un puchero y reí negando levemente.

-Deja de ver a los hombres como objetos sexuales, mejor vete a trabajar que llegaras tarde...

Ella refunfuñando se fue sin antes gritarme un adiós.

-Si lo entiendo, mañana a primera hora estaré en la sala de reuniones señor... Hasta mañana y descansé..

Esperé unos segundos y él cortó la llamada.

-¿Cómo que mañana a primera hora?–Pregunté y me acerqué a él.

-Mi amor dejé el trabajo tirado por venir a verte–Él abrazó mi cintura. -Debo volver esta misma noche, ven conmigo...

-No puedo–Suspiré y me recosté a su pecho junto con Ron.

-¿Cómo qué no puedes?–Su voz se escuchó entre triste y confundida. -¿Y nosotros? ¿Nuestra vida juntos?.

Me separé y levanté mi rostro para verlo.

-No me puedo ir hoy mismo por que debo renunciar a mis trabajos, además de explicarle a mi jefe por que no fui a trabajar esta tarde que me quedé haciendo el amor contigo–Me paré en la punta de mis pies y le di un besito en su barbabilla. -Claro que no le diré que hice el amor contigo... Diré otra cosa...

-¿Entonces puede que si vuelvas?–Preguntó un poco más contento.

-Dame una semana, prometo arreglar todo aquí y volveré a ti...

Arón rio feliz y me dio un casto beso para abrazarme con mucha fuerza y alzarme, Ron se asustó así que se bajó y se fue huyendo.

-Y se me había olvidado decirte–Giré su rostro hacia Ron que estaba en su caja de arena y sonreí. -Ese es nuestro hijo... Debes aceptarlo....

Impossible LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora