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La puerta del departamento fue abierta por Arón... Puso sus manos en mi cintura y me hizo entrar, me quedé mirando el lugar mientras él iba por mis maletas.

-Mi amor no quiero que te enojes pero...–Arón se paró a un lado mio y respiró profundo. -¿Te trajiste todo el lugar donde vivías en las maletas?.

Lo miré y antes que él dijera algo me reí.

-¡Eso que me deshice de muchas cosas!–Le dije riendo.

-Gracias a Dios, quien sabe cuántas maletas hubieras traído junto con lo que te deshiciste.

Me reí otra vez y fui hacia el sillón para sentarme.. El lugar era lindo y si, era pequeño pero no tanto, olía bien y eso me gustaba... Amaba el perfume de Arón.

Arón se fue a la cosina que estaba frente a la sala, segundos después lo vi salir con un vaso de jugo.

-Mi amor te traje jugo de fresa... ¿O quieres un trago?–Preguntó al sentarse a mi lado.

-Dejé el alcohol y las drogas hace muchos meses–Recibí el jugo y lo tomé, dulce, espeso y con leche como me gustaba. -No has olvidado cómo me gusta el jugo...

-Ni como te gusta la comida–Arón me dio un besito en la mejilla y sonrió al acariciar mi cabello. -Te cocinare todo lo que te gusta, haré fideos siempre que quieras...

-Gracias señor Chef–Giré mi rostro y le di un besito en los labios para seguir tomando mi jugo. -Pero te ayudaré, no quiero que seas mi esclavo... Después de todo tienes que guardar tus fuerzas para cuando queramos darnos amor...

Arón contento se levantó y fue por una agenda que sacó de uno de los muebles que estaba cerca de la ventana.

-Mi amor hace unas semanas hice esto para ti, todo lo que hay aquí se ajusta a mi presupuesto así que puedes escoger lo que quieras–Arón se sentó a mi lado y dejó la agenda en mis piernas. -Mira a ver que te gusta...

Abrí la agenda y empecé a ver todo lo que había dentro, fotos de trajes, lugares de fiestas, argollas de matrimonio, comida, decoración, pasteles de diferentes formas y tamaños, arreglos florares y muchas cosas más.

-Es para nuestro matrimonio, no quiero que te sientas presionado pero puedes ir teniendo una idea de cómo armar todo... Se hará cuando quieras y como quieras–Dijo él mientras veía la agenda junto conmigo.

-¿Dices que esto se ajusta a tu presupuesto?–Pregunté al verlo y él asintió contento. -¿Pero que presupuesto si cuando me fui debías hasta el alma? Arón no me digas mentiras...

Él cerró la agenda y la dejó en la mesa de centro junto al vaso que quitó de mi mano.

-No te digo mentiras mi amor... Es verdad lo que dices, si tenia muchas deudas pero trabajé con mucho esfuerzo para poder salir de todo eso, tus amigos me ayudaron con trabajo y así pude comprar este pequeño lugar y poco a poco he reunido para nuestra boda por que yo sabia que el día que te encontrara era lo primero que haría... Te pediría pasar el resto de tu vida conmigo...

Sus ojitos brillaron después de besar mis manos y sonreí, era muy dulce e impulsivo pero eso no le quitaba lo buen hombre que era.

Solté mis manos de las de él y las puse en su pecho para poner un pierna a cada lado y sentarme en sus muslos, subí mis manos lentamente por su pecho hasta llegar a su cuello y lo abracé. Él sonrió y abrazó mi cintura dejando caer sus manos a mi trasero.

-No necesito nada de esa agenda–Le dije al darle un suave beso.

-¿Nada te gustó?–Preguntó un poco afligido. -Podemos ver otras cosas que te gusten a ti...

-Arón entiende que no quiero nada de eso, mucho menos saldré a ver otras cosas que no vamos a utilizar–Sonreí levemente.

-No entiendo, pues mi amor pensé que esto podría ahorrarte trabajo–Su dulzura y su alegría se estaba esfumado.

-No pasaré trabajo por que no habrá ninguna ceremonia ni mucho menos una fiesta–Pasé mi vista a su lindo cabello y respiré profundo.

-¿Por qué? Dennis mi amor sé que te hice daño en el pasado pero no me hagas esto, prometo no hacerlo nunca mas, ya cambié, cuando te puse el anillo pensé que si habías accedido a casarte conmigo–Su tono de voz dolida me hizo ver su rostro que mostraba la tristeza y la decepción.

-Arón no seas tonto–Le di un golpe suave en el pecho y sonreí. -No dije que no me casaré contigo..

-Pero dijiste que...

-Si, sé lo que dije, y te lo repito no necesitamos nada de eso... Para casarce solo se necesita dos personas que se amen lo suficiente para asumir este riesgo... Yo te amo y tu me amas...

-¿Entonces que quieres decir?–Preguntó él confundido.

-Que si hubieras sacado una cita en la notaria hoy mismo nos hubiéramos casado, no me importa una ceremonia... Solo quiero que una persona se paré frente a mi y me diga... "puede besar a su magnífico esposo".

La alegría y la emoción volvió al rostro de Arón que de forma inmediata unió nuestros labios en un apasionado beso para ponerme sobre el sofá y subirse encima mio para saciar su sed de mi... Y con gusto yo calmaria su sed.

Impossible LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora