Un reencuentro siempre suele llenar de felicidad, en los cuentos de hadas la felicidad es para siempre pero en esta historia no se sabe.
_____ Halls perdió al amor de su vida, Tom Hiddleston quién se caso con una mujer con la cual tuvo una aventura...
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Tom cargaba a Soph quien estaba dormida, quité las mantas que estaban sobre su camita y él la recostó con mucho cuidado, ella solo se removió un poco adormilada y después le quitó los zapatos y los dejo de lado.
— ¿Le quito su ropita? –pregunto y levantó la vista hasta mi.
— No, mejor así déjala por que luego se puede despertar... solo desabrocha los botones que están cerca de su cuello –los señalé.
Asintió con la cabeza y acercó sus manos con mucha cautela hasta la ropa de Soph y desabotonó su ropa liberando un poco su cuello, mientras yo quité los moños de su cabello y luego la arrope y me acerqué a besar su cabeza.
— Te amo bebé –le murmuré y acaricié su cabello por un par de segundos pero ella no me escuchó por el nivel de cansancio y sueño que tenía.
Tom solo beso su frente y a la vez que yo lo veía a él, él la veía a ella con mucha atención como si estuviera intentando aprender su rostro, la miraba con tanto detenimiento que la habitación ya se había llenado de un casi total silencio a excepción de su respiración que todavía se escuchaba.
Salí de la habitación para darle privacidad a Tom con la niña, fui hasta la habitación que era de ambos y fui directo a mi cajón para ponerme la pijama, la tomé y me quite la ropa que había usado durante el día y después de ponérmela fui al baño, lavé mi cara y cepille mis dientes y fui a recostarme esperando a Tom.
Sentía como mis ojos se cerraban del cansancio y los tallé un poco con mis dedos y después bostece, no supe cuanto tiempo había pasado pues me había quedado dormida y abrí mis ojos de golpe cuando sentí la cama hundirse, me reincorpore y recargue mi espalda sobre la almohada.
— ¿Todo bien? –miré a Tom quitarse los zapatos.
— Todo bien –respondió y giró un poco su cara mirándome de reojo– Solo me quise quedar un rato con Soph.
— Estaba esperándote pero me quedé dormida... perdón.
— Está todo bien mi amor no te preocupes –se puso de pie y me sonrió– ¿Mi ropa de dormir esta donde mismo? –preguntó sacándose la camisa.
— Si –le respondí sonriendo.
— Es que no se si en tu arranque de enojo la tiraste a la basura.
Dijo en un tonó divertido y los dos reímos, saco su pantalón para dormir y se sentó a la orilla de la cama para vestirse.
— ¿Por qué te sientas hasta allá? –pregunté– ¿Me tienes miedo?
Giró lentamente su cara y el ver su expresión me hizo reír nuevamente, tenía ambas cejas levantadas parecía ofendido pero no molesto.
— ¿Disculpa? –pregunto con un tono falso de ofensa.
