Un reencuentro siempre suele llenar de felicidad, en los cuentos de hadas la felicidad es para siempre pero en esta historia no se sabe.
_____ Halls perdió al amor de su vida, Tom Hiddleston quién se caso con una mujer con la cual tuvo una aventura...
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Me mire al espejo retocando él labial que me había puesto, me aleje un poco y me mire de pies a cabeza, sentía que algo más me faltaba para complementar mi atuendo, me quede pensando un poco y quizá lo mejor sería añadir unos pendientes muy lindos y quizá una gargantilla.
Me aleje nuevamente para verme de nuevo y sonreí un poco, tenía razón porque esos detalles le habían dado un buen toque al vestido que por cierto era uno que Tom me había regalado hace un par de semanas mientras ayudaba a Papá con algunas compras para celebrar su primer aniversario de relación con Martha me dijo que había visto ese vestido en una de las tiendas y que no dudo en comprarlo porque creía que se vería perfecto si yo lo usaba.
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Sonreí viendo mi reflejo en el espejo y es que simplemente creía que los gustos de Tom eran muy diferentes a los míos porque yo me hubiera puesto algo más ajustado, quizá algo más escotado y en un tono oscuro o un tono color nude. Pero es que los gustos de Tom eran increíbles, el siempre me regalaba cosas demasiado elegantes, formales pero siempre pensando en mi edad, no quería que me viera más mayor por la forma en que vestía y a todo esto también le buscaba algo para que me diera un toque de sensualidad o que me viera más coqueta. En pocas palabras Thomas me ayudaba a cuidar mi imagen y a veces le agradecía por eso.
Tomé un frasco de perfume que el mismo me había regalado, decía que era de sus favoritos por que combinaba con mi personalidad y también decía que en mi piel quedaba mucho mejor. Tomé un pequeño bolso y en él metí las cosas que eran más necesarias, solo mi teléfono, mi tarjetero, un pequeño espejo y un labial.
La puerta de la habitación se abrió y el apareció a mis espaldas, lo veía por el reflejo del espejo y me di la vuelta y sonreí ampliamente cuando ya el se encontraba frente a mí.
— ¡Hola amor! –sonreí y me acerqué a él para besar sus labios.
— Mira nada más que belleza –habló viéndome de pies a cabeza y tomo una de mis manos para hacerme girar sobre mis puntas– amor luces increíble ¡Estas perfecta! –seguía sonriendo.
