Un reencuentro siempre suele llenar de felicidad, en los cuentos de hadas la felicidad es para siempre pero en esta historia no se sabe.
_____ Halls perdió al amor de su vida, Tom Hiddleston quién se caso con una mujer con la cual tuvo una aventura...
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Tom se separó de mis labios y me miró con una gran sonrisa, de sus ojos caía una lagrima rodando por su mejilla y me provocó mucha ternura, limpié su lagrima con mis dedos y acaricié su mejilla.
— ¿Por qué lloras mi amor? –pregunté sin dejar de verlo.
Tomó un poco de aire y sonrió nuevamente y evitó llorar.
— Es que... Es que me acabas de aceptar como tu futuro esposo y es increíble que por fin Pude enamorarme y hacer las cosas como debieron ser desde la primera vez –frotó un poco sus ojos llorosos con sus dedos– y ahora si me está saliendo todo como quería... Como me imaginé desde que era un niño.
Me provocó tanta ternura el escucharlo y verlo así, lo abrace un poco y sonreí.
— Y vamos a tener nuestra boda de ensueño mi amor –dije– quiero un vestido precioso y quiero una boda inolvidable y también por eso trabajaré todavía más duro para poder ayudarte con los gastos... Será perfecta.
— Será perfecta –soltó una risa entre sus sollozos y luego sonrió.
— Lo amo tanto señor Hiddleston.
— La amo todavía más futura señora Hiddleston –beso mis labios nuevamente y luego sorbió su nariz– ¿Cuando quieres mudarte a casa?
— Todavía no lo sé –hablé– la verdad quiero hablar con papá sobre esto y nuestro compromiso, espero que no te moleste.
— Para nada, yo te acompañaré también y ahí hablamos los tres... Quiero que vea que todo va enserio.
— ¿De verdad lo harías?
– Claro que si, quiero que hagamos las cosas bien, que hablemos con nuestros padres ya sin rodeos... Como los adultos que somos.
— ¿Entonces que propones?
— Aprovechando que mis papás siguen aquí haremos una cena y ahí anunciaremos nuestro compromiso y pediré tu mano.
— Eso suena tan bonito –sonrei– aunque ya estamos comprometidos.
— Así es nena, pero quiero la autorización de tu padre.
— Te amo –sonreí y lo bese corto.
— Bueno organizaré algo para mañana y el próximo fin de semana nos mudamos ¿Que opinas? –preguntó viendome.
— Excelente idea cariño –asentí.
— La cena será aquí –esbozo una sonrisa– presentaremos nuestro compromiso y nuestro nuevo hogar –dijo– el día de mañana yo preparo la cena.
