Un reencuentro siempre suele llenar de felicidad, en los cuentos de hadas la felicidad es para siempre pero en esta historia no se sabe.
_____ Halls perdió al amor de su vida, Tom Hiddleston quién se caso con una mujer con la cual tuvo una aventura...
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Salíamos de la tina, primero salió el y tomó una toalla y la paso rápidamente por su cuerpo y después extendió su mano hacia mí para ayudarme a salir de la bañera. La tomé y me levante, recibí la toalla que él me dio y salí con cuidado y me sequé, escuché como él abría la gaveta donde guardaba sus cosas y eché un vistazo a ver lo que hacía, se ponía desodorante y luego echó un poco de crema de afeitar en su rostro y tomó uno de los rastrillos para afeitarse.
— Me gustas más con barba –dije viéndolo.
— ¿Así no te gusto? –me miró con diversión.
— También –sonreí– es que es diferente amor...
— ¿Por qué diferente? –rió al mismo tiempo que se veía al espejo mientras se afeitaba.
— Es que no lo se ... hay una ventaja que es como tener dos novios diferentes –dije.
El volvió a reír y enjuago su rastrillo y con mucho cuidado lo volvió a pasar por su mentón.
— ¡No te rías Thomas! –envolví mi cuerpo en la toalla y luego agarré mi cepillo para desenredar mi cabello– Es que así con barba y cabello corto te vez demasiado sexy, te vez apuesto y más joven pero es que con barba y el cabello largo eres otro nivel...
— ¿Otro nivel? –preguntó de manera burlona.
— Pues aunque tú no lo creas... Cuando usas una barba crecida y el cabello también eres todavía más sexy, te vez apuesto, más formal y das unas daddy vibes demasiado intensas... Eso me pone todavía más.
Soltó una carcajada que hasta su cuerpo se echó hacía atrás y luego me miro entre risas y negó con la cabeza.
— Pues te parece gracioso porque es algo que tu no entiendes... ¡Así que mejor ríete todo lo que quieras.
Me encogí de hombros y salí del baño, fui hasta mi tocador y tomé mi crema y me puse en el cuerpo, al terminar saque unas bragas de un cajón poniéndomelas y saqué una pijama de uno de mis cajones y también me la puse. Tom no tardo mucho en salir del baño porque ya estaba en la habitación también vistiéndose.
— Aprovecharé de una vez para llamar a Sean y reportarte como enferma...
— Yo le llamaré a Isabel para ver si nos puede ayudar una vez más cuidando a Soph.
El simplemente asintió con la cabeza y tomó su teléfono, lo miré marcharse de la habitación cuando puso su teléfono en la oreja, yo me estiré por el mío y en él busque el contacto de Isabel y le llamé.
— _____, querida ¡hola! –su voz se escuchó del otro lado del teléfono.
— Hola Isabel ¿Como les va con Soph? –pregunté y me recosté bien en la cama.
