Un reencuentro siempre suele llenar de felicidad, en los cuentos de hadas la felicidad es para siempre pero en esta historia no se sabe.
_____ Halls perdió al amor de su vida, Tom Hiddleston quién se caso con una mujer con la cual tuvo una aventura...
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Sophia estaba en una etapa donde estaba mucho más apegada a Thomas y a mí, ambos queríamos pensar que era porque nos había extrañado mucho y no por esas creencias que tienen algunas personas sobre que los bebés sienten celos cuando tendrán un hermano o hermana.
— ¡Mamá!... Basho –dijo ella estirando sus bracitos hacia mí.
— ¿Que pasa princesa? –la cargué y la senté en su sillita– ya casi esta la comida de mi princesa... ¿Tiene hambre la princesita? –acomodé un poco su cabello.
— Shi –respondió con una tierna vocecita y me miró solamente.
— Entonces esperemos a que la comida esté lista –dejé un beso en su mejilla y fui a sacar un plato para ella y uno para mí.
Puse la mesa en lo que estaba la comida y a ella le serví un poco de jugo en uno de sus vasos entrenadores. Cuando la comida por fin ya estaba le serví un poco de carne con algunas verduras y se lo deje en su lugar. Veía como su boca se hacía agua y reí un poco al ver lo tierna que se veía, me miró y agarró un poco de carne y la llevó a su boca comiendo tranquilamente. Me serví y me senté con ella y le sonreí.
— ¿Está rica la comida que hizo Mami? –pregunté sonriéndole y bebí un poco de agua.
— Dico –respondió comiendo tranquilamente.
Tomé una servilleta y limpié un poco su boca, mi teléfono empezó a sonar y me estiré un poco para alcanzarlo, en la pantalla aparecía el nombre de Tom y conteste de inmediato poniendo en altavoz y lo deje sobre la mesa.
— Hola amor –dije al teléfono y bebí un poco más de agua.
— Hola guapa ¿No interrumpo nada? –dijo del otro lado del teléfono.
— ¡Papi! ¡Papi! ¡Papi! –gritó Soph sacudiendo un poco sus manos.
— Hola princesa –dijo Tom entre risas- ¿Que estás haciendo?
— ¡Aaam dico! –respondió Sophia muy emocionada.
Por alguna extraña razón el "Ammm" lo usaba para pedir comida o decir que estaba comiendo, reí al escucharla solamente.
— ¿Estas comiendo? –preguntó Tom.
— Shi –respondió y agarró otro pedazo de carne y siguió comiendo.
— ¿No vendrás a comer? –esta vez hablé yo.
— No amor, todavía seguimos aquí en la oficina con Simon y creo que terminaremos un poco tarde pero intentaremos salir más temprano...
