Un reencuentro siempre suele llenar de felicidad, en los cuentos de hadas la felicidad es para siempre pero en esta historia no se sabe.
_____ Halls perdió al amor de su vida, Tom Hiddleston quién se caso con una mujer con la cual tuvo una aventura...
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Por la mañana siguiente desperté muy cerca de la pared cuando al removerme sobre la cama sentí a Tom demasiado cerca de mi, yo estaba atrapada entre su cuerpo y la pared así que no podía moverme mucho. Una de mis piernas se empezaba con un entumecimiento por que la pierna de Tom estaba encima de las mías.
Solté un suspiro nada más y con cautela intente zafarla pero me era muy difícil. Tom se removió sobre la cama dejándome un poco más despacio y luego soltó un suspiro profundo y después se estiró.
— Mmmmh –se estiró y luego se refregó los ojos con los dedos.
— Buenos días –dije viéndolo con una sonrisa en el rostro.
— Buenos días —respondió con su voz un poco gruesa tal cual suena cuando recién se despierta.
— Me has dejado sin espacio en la cama... Casi me aplastas.
— No es verdad –me miró aún somnoliento.
— Claro que lo es... Pero no te diste cuenta por que estabas dormido... Hasta pensé que estabas muerto –lo mire con diversión y el soltó una risa.
— No te conviene un cadáver iniciando nuestras primeras vacaciones señorita Halls –me miró sonriendo con diversión de igual manera.
— Igual no pensaba perderme las cosas que ya tenías planeadas –solté una risa.
— Que grosera eres –ríe y se levantó de la cama y fue al pequeño baño de la habitación.
Me estire y tome mi teléfono para ver la hora, eran apenas las 9:43 de las mañana y tenía que acostumbrarme al cambio de horario que había aquí en Grecia.
Tom regresó un par de minutos después y se sentó al borde de la cama sin decir mucho.
— ¿Qué quieres desayunar? Prepararé algo –sonreí.
— Mmmh quiero hot cakes y chocolatito
— Hot cakes y chocolatito para mi novio entonces –me paré de la cama y tome una liga para amarrar mi pelo, esta vez me acerque a Tom para besar sus labios nuevamente y luego fui a la cocina.
— Gracias amor –dijo Tom antes de que yo saliera de la habitación.
Fuí directo a la cocina a buscar las cosas para preparar el desayuno, lo preparé con calma y mientras lo hacía Tom se recargo a un lado de la tarja, cuando termine lleve las cosas a la pequeña mesa, serví el chocolate y juntos desayunamos, Tom parecía estar hambriento como si hubiera trabajado muy pesado pero solo estaba recién levantado. Después del desayuno cada quien tomó su tiempo para darse una ducha, no podíamos ducharnos ambos por que el baño no era lo suficientemente espacioso para dos personas ducha dos al mismo tiempo.
