Un reencuentro siempre suele llenar de felicidad, en los cuentos de hadas la felicidad es para siempre pero en esta historia no se sabe.
_____ Halls perdió al amor de su vida, Tom Hiddleston quién se caso con una mujer con la cual tuvo una aventura...
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Llegamos muy contentos pero algo cansados del recorrido, entrando Tom ajusto la calefacción para que se calentara un poco el interior de la cabaña, fui al cuarto a dejar mi chaqueta y mis botas y me puse mis pantunflas. Regresé y fui a la sala donde estaba Tom sentado.
— ¿Amor quieres que prepare algo de cenar? –pregunté acercándome.
— Muero de hambre pero no se que podamos comer –dijo él y se quitó los zapatos.
— Puedo preparar un sándwich en la parrilla, hacer un omellete ¿O quieres que preparé algo de pasta? también vi que había algunas piezas de pollo y puedo hacer un poco de pollo en crema y con la pasta ¿Qué opinas?
— Me encantaría, yo preparo la pasta y tu el pollo ¿Si?
— Bien –asentí– iré sacando las cosas.
Me di la media vuelta y me fui a la cocina, saque las cosas que creía necesarias y como Tom lo había dicho yo me encargué de preparar el pollo, el entro a la cocina y puso un poco de música en su teléfono mientras los dos nos encargábamos de cocinar. Rato después la cena ya estaba lista y acomodé algunas cosas en la mesa mientras de que Tom se encargaba de servir la comida.
— El pollo huele delicioso, espero que la pasta sea de tu agrado –dejó el plato en la mesa y me miró– a cenar.
Tomó asiento luego de que yo también me había sentado y sonriendo observe el plato de la cena que por cierto lucia delicioso.
— Muchas gracias mi amor –respondí y tomé mis cubiertos y empecé a comer tranquilamente.
Tom hacía lo mismo y disfrutaba mucho de la cena, de vez en cuando limpiaba su boca y bebía de una copa de vino que el mismo se había servido, ahora yo solo bebía un poco de jugo que había en una botella en el refrigerador.
— Yo me encargo de lavar los trastes amor, tu ya ve a descansar –dijo.
— ¿De verdad tú te encargas? –pregunté.
— Claro que si –respondió– yo me encargo tu tranquila que no es mucho así que ahorita te alcanzo ¿Si?
Pensé un poco sobre que esta era una oportunidad para otra de las sorpresas que le tenía así que no dude en aprovecharla.
— Esta bien, solo dejaré esto en el fregador –agarré mi plato y mi vaso y los dejé ahí– te espero en el cuarto cariño no tardes.
Besé cortamente sus labios y salí de la cocina encaminándome al cuarto, busqué entre mis maletas alguna de las cosas que Alex sabía que quería traer a la luna de miel así que esperaba que no lo haya olvidado.
