Without Control

Adiós para siempre.

Capítulo 72.

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Me miró y soltó una risa forzada, al principio me veía con mucha diversión y negó con la cabeza como si le pareciera muy gracioso lo que le estaba diciendo pero luego se quedo viendo un punto fijo, como si tuviera la mirada perdida y sus ojos se empezaron a cristalizar.

— Alex, lo siento mucho de verdad –dije y froté un poco sus hombros.

Su boca se curvó en señal de que el llanto apenas comenzaba y las lagrimas que se formaban en sus ojos se desbordaron rodando por sus mejillas y ella se derrumbo. Me acerque y la abracé con fuerza, acaricié su cabello y la sostenía intentando darle un poco de seguridad y fuerza para que no se sintiera así pero era inútil.

Alex estaba sumergida en un dolor grande, Sean había sido su primer amor verdadero y a pesar de que las cosas salieron muy mal con el ella estaba intentando salir adelante y dejar esa parte de su vida y esos recuerdos en el pasado pero ¿Quien era capaz de no reaccionar así cuando alguien importaba de verdad? No creo que exista alguien en la faz de la tierra que no se sienta destruido con la muerte de alguien a quien amo mucho y con quien compartió momentos especiales, y eso hablando de familia, amigos o una pareja.

Su llanto era muy constante, su respiración ya era muy irregular y solo por escucharla llorar sentía la necesidad de hacerlo yo también, me dolía mucho verla así por alguien como lo había sido Sean. Una lagrima rodo por mi mejilla y cerré mis ojos con fuerza por que no quería llorar, de verdad que no quería mostrarme vulnerable ante ella porque mi objetivo era acompañarla y que sintiera que no estaba sola, que las cosas podrían mejorar.

Luego de un rato su llanto comenzó a cesar y ella se separó de mi cuerpo y limpió su rostro con sus manos pero al mismo tiempo sorbía su nariz, miró sus manos y jugueteo un poco con sus dedos y negó con la cabeza.

— Lo siento ... –murmuró.

— ¿Por qué te disculpas? –pregunté sin dejar de verla.

— Porque de verdad quiero ir... Quiero estar ahí donde el –me miró.

— Tom fue a la delegación, creo que lo llamaron por que él era el demandante y pues era conocido para él y me imagino que su madre ya está enterada a esta hora... Tom llamará cuando podamos ir, ahora te prepararé un té para que te sientas un poco mejor y por la mañana iremos ¿De acuerdo?

No dijo nada solo asintió con la cabeza en señal de aprobación.

Me puse de pie y fui hasta la cocina y puse un poco de agua a calentar y saqué un par de tazas y dejé todo listo para un té.

— Creo que están llamándote –dijo Alex y señalo mi bolso.

— Ya voy –le respondí y fui rápidamente a buscar mi celular en el bolso, en la pantalla se mostraba la llamada entrante de papá– ¿Hola? –contesté el teléfono.