Un reencuentro siempre suele llenar de felicidad, en los cuentos de hadas la felicidad es para siempre pero en esta historia no se sabe.
_____ Halls perdió al amor de su vida, Tom Hiddleston quién se caso con una mujer con la cual tuvo una aventura...
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— Doctora Halls, buenas tardes –saludó el doctor Nick y luego miró a Alex sonriente– Señorita...
— Hola –Alex sonrió muy amable y solo los miré a los dos.
— Nick... Hola –le sonreí un poco.
Nick era hijo del doctor Bomer, era su hijo menor pero también era doctor, era neurólogo y nos habíamos llevado muy bien durante mi tiempo de trabajo aquí.
— Acabé de ver a Papá y me contó que estabas aquí, que tuviste un bebé –sonreía.
— Si... El doctor Bomer fue quien me practicó una cesárea –respondí sonriente.
— Y también supe que tu esposo está aquí –hizo una pausa– de hecho también vengo a decirte que soy su neurólogo ¿Estás de acuerdo?
— Completamente –respondí de inmediato.
— Bueno de hecho mi visita a aparte de venir a saludarte era para hablarte un poco de tu esposo... ¿Thomas William Hiddleston, cierto? –revisó en el expediente.
— Si, es él –hablé con tranquilidad.
— Bueno, sabes que tu esposo aquí llego mal ¿Cierto? me imagino que pasaste a verlo antes de tener a tu bebé..
— Si, cuando entré a verlo me dijeron que le había administrado un sedante para mantenerlo dormido mientras su cerebro seguía inflamado.
— Si, eso hicieron lo cual agradezco por si no se mantenía sedado era poco probable de que él pudiera soportar un dolor de cabeza de esa magnitud –dijo– por fortuna creo que tu esposo ha estado evolucionando bien, aunque la mayoría de golpes que presento fueron en rostro y cabeza no necesitó de ninguna intervención quirúrgica pero me gustaría dejarlo aquí en observación un par de días más para vigilar que por los golpes no presente ningún daño neurológico ¿Qué opinas?
— Quiero que hagan todo lo necesario para que él esté bien...
— Excelente ¿Entonces me firmas la autorización?
— Claro que si –recibí el expediente y la pluma que él me había dado y firme el consentimiento– ¿El puede verme? No sabe que nuestro bebé nació y me gustaría ir a contarle y llevar al bebé a que lo conozca.
— Te recomiendo que por hoy no, quiero que esperes a mañana... Por favor.
Hice una mueca y suspire un poco decepcionada.
— Esta bien –respondí.
— Lo siento, cualquier cosa te mantengo al tanto y felicidades por tu bebé –sonríe– ¿Puedo verlo?
