Un reencuentro siempre suele llenar de felicidad, en los cuentos de hadas la felicidad es para siempre pero en esta historia no se sabe.
_____ Halls perdió al amor de su vida, Tom Hiddleston quién se caso con una mujer con la cual tuvo una aventura...
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Tome su miembro con una de mis manos y levante mis caderas para posicionarlo sobre mi entrada y ejercí un poco de presión cuando puse mi peso sobre el haciendo que entrará en mi. Me hizo soltar un jadeo.
El acarició un poco mi cintura y luego volvió a bajar sus manos hasta mi trasero y lo acariciaba mientras yo me movía encima de él. Mis movimientos eran lentos pero no tanto, me gustaba la velocidad a la que me movía por que podía disfrutar de su miembro tal y como a mi me gustaba.
Sus jadeos empezaron a escucharse y sus manos traviesas acariciaba mi cuerpo mientras yo me seguía moviendo encima suyo haciendo que entrará y saliera de mi una y otra vez.
Cerró sus ojos y echó su cabeza hacia atrás. Al parecer si le estaba gustando la manera en la que se lo estaba haciendo. Mis temidos empezaron a salir de mi. Bica cuando mis caderas ya se movían de una manera más rápida, Thomas me tomaba de las caderas para ayudarme con mis movimientos y de vez en cuando podía sentir sus caderas moverse debajo de mi para así encontrar a mis caderas, eran unos movimientos rápidos pero tan placenteros que sentía que podía tocar el cielo justo ahora.
Y es que ya no me importaba nada más más que este momento, unas gotas de sudor resbalaron desde el cuello de Tom bajando por su pecho y perdiéndose en su abdomen. Lo tomé por los hombros sosteniéndome y está vez me moví todavía más rápido que hasta un par de gemidos o casi gritos se escaparon de mi boca.
— Eso nena... Muévete así –murmuró Tom al mismo tiempo que con una de sus grandes manos palmeaba uno de mis glúteos haciéndome soltar otro gemido.
— ¡Otra vez! –lo miré mordiendo mi labio.
Esta vez volvió a darme otra nalgada igual de fuerte.
— ¿Te gusta? –relamió sus labios.
— Me encanta –respondí sin dejar de moverme.
Tom seguía entrando y saliendo de mi provocando me más placer conforme pasaba el tiempo que minutos después yo ya había llegado al orgasmo y el lo hacía después de mi.
Nuestra respiración era agitada. El pecho de Tom subía y baja a de manera irregular pero me regalo una sonrisa y al final beso mis labios.
— Eres increíble – dijo entre el beso.
Sonreí ante sus palabras y me quite de encima suyo para que pudiera retirarse el condón a la vez que yo agarre mi traje de baño y me lo volví a poner y lo acomode un poco. Tom acomodo sus bermudas y se puso de pie yendo al baño.
Me serví un poco más de champaña y bebí un poco mientras amarras mi cabello en una coleta y luego volvía a ponerme las gafas de sol. Me quite la parte superior de mi traje de baño y esta vez me recosté boca abajo para poder broncearme un poco.
