Un reencuentro siempre suele llenar de felicidad, en los cuentos de hadas la felicidad es para siempre pero en esta historia no se sabe.
_____ Halls perdió al amor de su vida, Tom Hiddleston quién se caso con una mujer con la cual tuvo una aventura...
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Narra _____.
Subí un poco el volumen de la música mientras seguía preparando el desayuno, seguramente Tom no tardaba en llegar, desde hace un par de semanas había comenzado a llevar a Soph a una guardería para que tuviera más interacción con niños y se hiciera un poco más sociable. También porque de decía que aprendería a estar con más niños y eso evitaría que se pusiera celosa con la llegada de su hermano menor.
Todos seguían muy entusiasmados con la espera de mi hijo, y Tom y yo recibíamos mucha ayuda en lo que de verdad necesitábamos, ahora aunque las cosas se nos complicaban un poco intentábamos manejarlo nosotros y resolver las cosas sin la ayuda de nuestros padres porque ya teníamos muchas más responsabilidades. Y era ahora cuando realmente estábamos viendo que las cosas de un matrimonio eran muchas más difíciles de lo que ambos llegamos a pensar.
Canté un poco y saqué los platos y acomodé la mesa en lo que Tom llegaba piqué un poco de fruta y serví la comida. No pasó mucho tiempo cuando el ya estaba bajando el volumen de la música y me miró aguantando una risa.
— ¡Ni siquiera pienses en reírte de mí! –dije viéndolo.
— No pensaba hacerlo amor –dijo sonriendo– bueno, ya está Sophia en la guardería encantada por que de inmediato se fue a jugar a una pequeña resbaladilla que tienen ahí –se sentó– ¡Mhhhh! huele muy rico mi amor ¿Qué cocinaste ahora?
— Preparé unos sandwiches de huevo con jamón y quesito fundido, tocino, un poco de café y jugo y también hice un poco de ensalada para mi ¿También quieres ensalada?
— ¡Claro mi amor! ... Me encantaría un poco –respondió.
Tomé el plato y le serví un par de sándwiches y su porción de ensalada, le acerqué el plato y me serví mi comida en lo que él se encargaba de servirse su café. Me senté y lo esperé.
— ¿A qué hora tenías la cita con la ginecóloga? –preguntó dejando mi vaso de jugo a mi lado y se sentó en su lugar.
— A las once amor pero es mañana –dije viéndolo y tome mi sándwich y le di un mordisco– ¡mmmh!
— Oye amor... Desde hace días quería comentarte que me encantaría poder ser yo quien decore la habitación del bebé –habló Tom luego de dar un mordisco a su sándwich– me encantaría poder darte ese regalo pero quería hablarlo contigo por qué no quiero que te vayas a molestar si lo hacía sin avisarte.
— ¿Querías darme la sorpresa de la habitación de bebésin? –sonreí enternecida.
— La verdad es que he estado viendo algunas cosas que me han gustado mucho y creo que sería algo muy especial por ser tu primer bebé mi amor... ¿Puedo hacerme cargo de eso? –preguntó viéndome atentamente.
