ᴄᴀꜰé ᴘᴏʀꜰᴀᴠᴏʀ | ʏᴀɴɢ ᴊᴜɴɢᴡᴏɴ & ᴛɴ |

20

Salí a bailar con Jungwon en la pista de baile para recordar los movimiento de baile que hacía cuando me lo había encontrado en la invitación de Tasha.

Asique decidí copiar algunos exactamente iguales viendo cómo echaba a reír.

— No te burles.

— No puedo no burlarme. — contesté riendo.

— Solo quería hacerte reír. — respondió avergonzado mientras sonreía.

— Por cierto, ¿Que paso con Tasha? — pregunte.

— Nada, supongo que ya dejé de gustarle.

— Y... Pienso, el chico que me gusta viene a mi invitación de fiesta pero se va con otra chica, dudoso.

Jungwon alzó sus hombros restándole importancia por lo que tomé sus manos y las coloqué en mi cadera empezando a bailar.

Apoyé mi trasero en su pelvis haciendo fricción por cada movimiento que lograba hacer sintiendo como sus manos acariciaban mi cintura.

— Ya estás ebria. — Murmuró separandose.

— No lo estoy — respondí girandome.

Tomé el rostro de Jungwon y me acerque hundiendo mis labios en los de el.

Tardó en responder pero terminó cediendo, así poniendo sus manos en mi cintura otra vez disfrutando del beso.

— ¿No quieres ir a terminar esto a otro lado? — pregunte.

Jungwon tomó distancia mirando a su alrededor hasta que decidí tomar su mano y salí de la discoteca junto a el, caminé hacia el auto y me senté en el asiento de copiloto dejando que el condujera.

Llegamos al estacionamiento subterráneo del hotel y bajé del auto pisando mal y rompiendo uno de mis tacones.

Caí al suelo sin mucha fuerza y me reí junto a Jungwon quien intentaba pararme, caminamos hacia el ascensor sin dejar de reír para entrar y esperar que la puerta se cerrara.

Miré a Jungwon y desvíe la mirada sintiendome nerviosa por primera a su lado.

Una vez en la habitación del hotel, dejé caer los tacones sin ningún problema y caminé mientras me sacaba la campera dejándola en el suelo.

Para cuándo me voltee ya tenía a Jungwon bastante cerca mío apoyando sus manos en mis mejillas con delicadeza.

Besó mis labios con lentitud como si estuviera esperando a que yo también aceptara tener sexo y que no fuera por sentirme obligada.

Bajé mis manos a su remera y se la saqué para hacer que siente en la cama y hacer lo mismo pero en sus piernas.
Jungwon bajó el cierre de mi vestido con lentitud para luego mover mi cabello el cual molestaba y dejar húmedos besos cerca de mi cuello y hombro...

Observé atentamente como su mano iba deslizando mi vestido llegando a mis piernas para separarme y facilitarle el trabajo de desnudarme por completo.

Jungwon hizo lo mismo por qué dejé que me acostara en la cama mientras me tapa con las sábanas observando como de su billetera sacaba un preservativo empezando a ponérselo.

— ¿Necesitas ayuda? — pregunte.

— No — respondió nervioso — Ya casi.

Tomé distancia viendo como entraba a la cama también tapando su cuerpo entre las sábanas para abrir mis piernas y sentir como hundía su miembro en mi intimidad.

Miré a Jungwon empezando a sentir sus estocadas sintiendo como el tacto de su mano caliente se deslizaba por mis muslos, cadera, pecho y cabello.

Cerré mis ojos excitada para abrir mi boca soltando gemidos altos por cada estocada, los besos de Jungwon se hicieron presente en mi cuello una vez más... Pero con la diferencia de que estaba segura que mañana me vería el cuello lleno de sus marcas.

Moví mi cuello hacia un lado para que siguiera mientras me encontraba excitada hasta que tomé alguno de sus mechones acariciando estos con suavidad.

Sin embargo, dejé de acariciar su cabello pasando a tomar algunos mechones con lentitud a medida de que sus estocadas se volvían profundas y brutas.

Abrí mis ojos viendo el techo de la habitación mientras lograba oír los jadeos de placer y cansancio que soltaba Jungwon por lo que apoyé mis manos en sus hombros alejandolo y dejé que se sentara en la cama.

Me senté en sus piernas y metí mi miembro comenzando a moverme mientras lo besaba.

Dejé de darle besos para dar pequeños saltos profundos hasta empezar a experimentar el temblor de mis piernas.

Jungwon apretó mis glúteos ayudando a moverme aún más rápido hasta terminar corriendome.

Acomodé mi cabello sintiendo su mirada en mi cuerpo y lo acosté en la cama donde dejé marcas en su cuello formandolos a besos por cada vez que iba bajando.

Llegué hasta su miembro con la intención de sacar el preservativo hasta tomar distancia.

— ¿Y el preservativo? — pregunté.

— Tiene que estar ahí, sácalo. — Murmuró aún con sus ojos cerrados.

— No está Jungwon. — respondí.

Me levanté tomando mi bata y poniéndome para empezar a mirar al suelo pensando que tal vez se cayó.

— Viste que me lo había puesto — contestó sentandose.

— Pero no está! — contesté con desesperación.

Una vez que Jungwon salió de la cama para ponerse sus pantalones, empecé a sacar todas las mantas y la sábana al suelo con la esperanza de que el preservativo cayese pero nada cayó.

Miré mis pies pensando en dónde podría estar para ver a Jungwon el cual estaba completamente pálido al suponer lo que podía pasar.

Tengo que ir a un hospital...