ᴄᴀꜰé ᴘᴏʀꜰᴀᴠᴏʀ | ʏᴀɴɢ ᴊᴜɴɢᴡᴏɴ & ᴛɴ |

73

A los minutos, la puerta de la habitación fue abierta dejando a Jungwon pasar.

Le dí la espalda apagando la luz y tapé mi cuerpo con las mantas.

— perdón.

— no sé en qué estaba pensando.

— Si, realmente no se en que estabas pensando. — respondí sentandome en la cama. — Tú no eres así, ¿De dónde sacaste esa grotescas cosas?

Jungwon rascó su cabello y soltó un suspiro.

— me pongo tan idiota en las citas que no soy seguro de lo que hago.

— ¿Cómo que no eres seguro de lo que haces? — pregunté

— Debo recurrir a consejos de Niki. — respondió acostándose a la cama. — no quiero aburrirte.

— No me aburres para nada, menos si te muestras como eres en realidad. — respondí.

Jungwon echó a reír demasiado avergonzado y se acostó.

— me gustas tu Jungwon, no el Jungwon torpe que sigue consejos de un mujeriego, sin ofender.

— entiendo. Creí que ese piropo iba a ser bueno.

— Fue raro. — respondí con gracia. — ¿Partir mi espalda? Wow, Niki es demasiado raro para levantar a chicas.

— Según el, funciona con todas.

— No soy como la demás, a mi no me levantas con un piropo de romper la espalda. — respondí riendo.

— Es malísimo, tienes razón.

Seguí viendo a Jungwon y apagué la luz del velador para acercarme y abrazarlo.

— No me cansaré de decirlo, sé cómo tú eres. Me enamoró un Jungwon, no el Jungwon de los consejos de un torpe amigo.

Dejé un corto beso en su hombro y cerré mis ojos para proceder a quedarme dormida.

8 HORAS DESPUÉS

— carajo... — cae al suelo.

Me senté en la cama de inmediato al oír un fuerte golpe en la habitación y noté que Jungwon no estaba en la cama sino en el suelo.

— Jungwon...? ¿Que haces en el suelo?

— Me caí. — Murmuró empezando a levantarse.

Reí ante eso y miré el reloj de mi velador.

— Es temprano. ¿A dónde querías ir?

— Voy al baño. — respondió entrando.

Me quedé en silencio y volví a acostarme.

Las horas pasaron y nuevamente volví a levantarme.

Ayudé a Sofía con la comida mientras le comentaba de que no habíamos tenido aquella cita que esperábamos porque pasaron cosas pero que todo ya se había arreglado.

— Osea que no hubo sexo.

— No.

— y tampoco habrá sexo.

— No creo, no veo que tenga intenciones y aveces yo comienzo.

— Las mujeres siempre comienzan. — respondió Sofía cortando zanahoria.