ᴄᴀꜰé ᴘᴏʀꜰᴀᴠᴏʀ | ʏᴀɴɢ ᴊᴜɴɢᴡᴏɴ & ᴛɴ |

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Abrí mis ojos sintiendo una gran cantidad de saliva acumularse en mi boca por lo que me senté en la cama he intenté levantarme para ir al baño donde me agaché en frente del inodoro a vomitar.

Oí como Jungwon se levantaba al oír el ruido proveniente del baño y entraba preocupado.

— Te traeré agua... — contestó Jungwon.

Luego de haber vomitado, enjuague mi boca y me senté en la cama recibiendo el vaso de agua fresca para beberlo.

— ¿Te sientes bien? — preguntó Jungwon.

— Me duelen los pies — Murmuré mirando mis pies hinchados.

— Puedes quedarte acostada, no vayas a trabajar.

— no quiero no ir. — Murmure pasando mis manos por mi cabello.

— Entonces trabaja de forma online. — respondió Jungwon sacándose su remera.

Miré el cuerpo de Jungwon de abajo hasta arriba mientras oía de lo que estaba hablando para preguntar.

— ¿Te irás a bañar? — pregunte.

— Si

— ¿Y a dónde irás? — pregunte.

— Iré a clases presenciales de la universidad. — respondió.

— oh... Ya veo. Puedo ir a buscarte, si quieres.

— Si no tienes problema. — contestó Jungwon tomando una toalla.

Sonreí ante su afirmación y dejé que se fuera a duchar.
Bajé a la cocina aún en pijama y preparé un rápido almuerzo para que Jungwon llevara a la universidad.

Mientras cocinaba, guardaba todo cuidadosamente en un lindo tapper para que llevara y tal vez, pudiera convidar a sus amigos de clase.

— Bien, me iré. — contestó Jungwon bajando las escaleras.

Me gire con la bolsa y se la entregué para ver su vestimenta.

— Te ves bien — respondí. — ¿Estás guapo para alguna chica? — pregunte con sarcasmo.

— Dudo que las chicas se acerquen a mi. — contestó agarrando la bolsa y dejando un corto beso en los labios de Tn.

— si tú lo dices.

Me despedí de Jungwon y dejé que se fuera.

Esperaba que en su primer día presencial le fuera bien.
Jungwon había decidido entrar a otra universidad en New York para mejor comodidad asique dudaba en si sus amigos o compañeros antiguos se cambiaran a una de aquí.

Digo, sería mucha coincidencia.

en fin, se hicieron las 8 y busqué a Jungwon.
La próxima vez, le diría que se encargara del auto, que fuera a la universidad y volviera para que se le hiciera más cómodo.

Al llegar a casa, dejé de caminar al ver varias cartas de correos.

Empecé a leerlos en voz alta hasta no lograr leer una que Jungwon ya me lo había sacado de la mano.

— Está es mia. — contestó.

,— ¿De que es? — pregunte con curiosidad.

— Universidad... Nada importante. — respondió entrando a la casa.

Cierto.

Lo había olvidado por completo.

Debería haber aprovechado este día para revisar las Miles de cartas que tiene escondidas en su cajón de la habitación.

— Ya veo. ¿Tienes planes para esta noche? — pregunté.

— Jake me invitó a beber en un bar, aprovecharé y hablaré con el de lo sucedido. — contestó.

— genial. — Murmure.

Dejé mi abrigo colgado y tomé la bolsa con el tapper sin comida para empezar a lavarlo.

— ¿A que hora volverás? — pregunte.

— Te enviaré un mensaje, seguramente Jake me buscará he iremos juntos.

Bien...

Si mal no recuerdo, esas cartas llevaban el nombre de Choi.

¿Nombre? Mejor dicho apellido, llevaban mi apellido y yo jamás he escrito cartas para Jungwon asique estaba más que preocupada por lo que podía suceder.

Mi mamá siempre fue una persona muy extremistas con todos mis hermanos, contándome.

Antes, nos medía nuestros platos de comidas, acciones y hasta las palabras con tan solo mostrar la familia perfecta.

Nunca le pregunté por ello pero cuando Polco (hermano mayor) le discutió al respecto, no recibió buenos comentarios.

En si, la familia choi tiene una oscura historia y la única culpable de esto es mi mamá...