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— Debo comprarme unos tacones blancos que combinen con mi vestido. — Murmuró Sofía entrando al local.

La seguí ya cansada pero aproveché para elegir unos zapatos para caminar.

Elegí varios pero terminó uno solo gustandome.
Caminé hacia una de los asientos y me senté esperando ver algún empleado hasta oír su voz.

— Buenas tardes, ¿Está atendida?

Levanté la cabeza topandome con Jungwon.

¿Cuantos trabajos tiene?

— Tú. — contestó.

— No sabía que trabajas aquí... — Murmure.

Jungwon me dió una sonrisa un poco incómoda y tomó el par de zapatillas.

— ¿Talle? — preguntó.

— 36.

— Bien, ya vuelvo.

Asentí mientras veía como se alejaba para ponerme a pensar.

Tener dos trabajos es quedarte sin tiempo para lo que te gustaría hacer...

Me pregunto si trabaja en otro lugar además de la cafetería y la zapatería... Seguramente es por falta de dinero o porque debe mantener a alguien.

Tal vez a su familia.

Ya le preguntaré a Sofía.

Dejé mis pensamientos a mi lado al sentir mi celular sonar.

555-01632

Desconocido 💬 : hablemos.

Desconocido 💬 : deja de ignorarme de una puta vez.

Desconocido 💬 : no te conviene ignorarme, perra.

Desconocido 💬 : hace horas me enteré que te fuiste de New York asique responde mis mensajes.

Desconocido 💬 : Te llamaré ahora y más te vale que contestes.

Puse el celular en modo vibrador y lo dejé a un costado al ver cómo Jungwon llegaba.

— Zapato talle 36. — contestó mostrando la zapatilla.

— Gracias...

Lo tomé y me saqué mi calzado para atarme los cordones únicamente por comodidad.

— ¿No contestarás? — preguntó.

— ¿Que? — pregunté desconcertada.

El teléfono.

Miré el celular observando el número de Thomas.

— No, es de spam. — respondí nerviosa.

555-01632

Desconocido 💬 : ya sé que estás en Hanksak.

Desconocido 💬 : iré a buscarte y volverás conmigo a New York

Desconocido 💬 : y me importa una mierda que no quieras.

Miré los mensajes sintiendo el miedo adueñarse de mi cuerpo para terminar apagando el teléfono y mirar a Jungwon quien miraba los mensajes con cautela.

Miré los mensajes sintiendo el miedo adueñarse de mi cuerpo para terminar apagando el teléfono y mirar a Jungwon quien miraba los mensajes con cautela

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Me paré y caminé para sonreír con falsedad.

— me quedan bien, las llevaré. — respondí.

— está bien...

Lo seguí luego de ponerme mis zapatillas y caminé hacia la caja registradora para entregarle una tarjeta junto a mi documento esperando que hiciera la facturación del producto.

Me ponía nerviosa que alguien más supiera sobre la existencia de Thomas.

Sofia se enteró sobre lo que Thomas hacia conmigo y fue a recriminarle a su departamento y no salió bien ya que tuvo que ir a casa a ponerse hielo en su ojo.

Terminé de pagar para agarrar la bolsa y saludar a Jungwon.

— muchas gracias, nos vemos. — contesté.

— adiós, cuídate. — respondió mirando como Tn se iba.

Salí del local junto a Sofía y ambas nos fuimos a casa.

.     .     .

— Y... ¿Que es de la vida de Jungwon?

— ¿Porque lo preguntas? — contestó Sofía doblando las servilletas de tela.

— curiosidad.

— oh.. bueno, no sé mucho por mi parte pero por parte de Theo si.

Me acomodé mejor en el asiento prestándole atención.

— Jungwon conoce a Theo desde los 14 años, él ahora tiene tu misma edad, 24 años.

— uhmju.

— Pero cómo lo digo, el tiene una vida un poco difícil.

¿Difícil?

Tal vez eso pueda responder mi duda.

— Viene de una familia con deudas, tiene una hermana menor de 8 y un hermano mayor de 32 que no se han vuelto a ver, su padre falleció en un accidente de bus y su madre trabaja vendiendo ropa interior por las calles asique el aporta la mayoría de dinero a su familia y descartando la idea de que va a una universidad y aún no puede recibirse.

— Creí que ya era recibido...

— No, realmente tiene el potencial pero se suele atrasar con los pagos de la universidad y eso baja muchísimo en sus notas académicas ya que le dedica más tiempo a trabajar para darle dinero a su familia.
Está en el último año como arquitecto, sus maquetas con magníficas y bien prolijas asique espero que este si sea su año.

— no sabía que tenía una vida así. — respondí con pena.

— Aunque no lo creas, Jungwon es un buen chico. — respondió.

~ ~ ~

— Te ayudo.

— No es necesario, hijo. — contestó la madre.

— Déjame ayudarte, tonta. — respondió con una sonrisa entrando al comedor.

Jungwon tomó las medias y empezó a doblarlas una por una.

— Conocí a una chica.

— ¿Una chica?

— Si — contestó echando una pequeña risa. — tiene una personalidad muy...

— ¿Tediosa? ¿Especial? — preguntó.

— Ambas, pero sé que te agradará.

Jungwon dejó de doblar las medias al oír el ruido de las gotas caer en los baldes.
Miró al techo viendo las goteras y la humedad de la casa para suspirar hondo.

— Prometo que arreglaré está casa. — Susurró.

La madre de Jungwon sonrió con mucha pena y culpa al oír lo de su hijo.

— Quiero invitarlas a comer a cenar en uno de estos días, pagaré yo y podrán elegir la comida favorita, también quiero ir a buscar a Lily a la escuela y llevarla a alguna plaza. — contestó con una enorme sonrisa.

ᴄᴀꜰé ᴘᴏʀꜰᴀᴠᴏʀ | ʏᴀɴɢ ᴊᴜɴɢᴡᴏɴ & ᴛɴ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora