ᴄᴀꜰé ᴘᴏʀꜰᴀᴠᴏʀ | ʏᴀɴɢ ᴊᴜɴɢᴡᴏɴ & ᴛɴ |

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Caminé hacia la mesa y allí me senté viendo los platos con comida.

— ¡Ah vamos! — contestó Luke entre gritos.

— está rojo. — respondió Sam.

— No pica. — contestó Jungwon cruzandose de brazos.

— Ajá. — respondió Sam.

— Enserio no arde nada, los chiles es como pan con queso. — respondió Jungwon con una victoriosa sonrisa.

Los minutos pasaron y Jungwon fue el único chico que se levantó y salió a las corridas a pedir agua, después de segundos, volvió con los ojos lagrimados y con un tono colorado en su piel.

— ¿Ardía mucho? — preguntó Sue preocupada.

— ¡Ja! ¿Te quema la lengua? — preguntó Luke con gracia.

Jungwon tomó los 50 dólares y dió una pequeña sonrisa no amistosa para seguir comiendo de sus tacos.

Finalmente, despues de unas horas, llegamos al complejo y me senté en uno de los sillones mientras prestaba atención a lo que decía Jonas sobre las reglas en la noche.

Sin embargo, no podía estar tranquila al saber lo que Sue haría.

Caminé al pasillo y frene mi paso comenzando a sacar mi teléfono.

💬: ¿Quieres dormir conmigo? ¹²'³⁷

Entré a mi habitación y me senté en la cama esperando su respuesta.

💬: ¿Estás en tu habitación o junto a Miguel y Luke? ¹²'³⁹

Formé un puchero con mis labios y dejé mi teléfono de lado y una de las formas que tenía para distraerme cuando algo me preocupaba o no me gustaba era acomodar y limpiar la habitación asique eso hice.

Limpiar la habitación.

💬: Acabo de salir de bañarme. ¿Te dormiste, Tn? ¹'⁰⁰

Me quedé en silencio viendo su mensaje y rasqué mi brazo.

— confío en el.

No contesté a su mensaje y apagué el teléfono para cargarlo.

NOCHE - 3 AM

Un golpe sonó en la puerta de la habitación que fue suficiente como para mí despertar.

Me levanté de la cama queriendo abrir hasta ver cómo el picaporte subía y bajaba con cierta velocidad.

— oh dios... — Susurré asustada.

Miré algún objeto para que pudiera golpear y al no encontrar, terminé tomando una sábana.

Me escondí detrás de la puerta y aguanté la respiración al ver cómo la puerta se abría.

Mis piernas no dejan de temblar...

La silueta de la persona dió cortos pasos y aproveché para saltar arriba suyo y envolver su cabeza en la sábana.

— ¡Ayuda! — grité mientras forcejeaba.

— ¡Agh! No me dejas respirar...

Dejé de forcejear al reconocer la voz de Jungwon y le saqué la sábana de inmediato.

— ¿Cómo te atreves a entrar a una habitación ajena de esa manera? Pude haberte matado.

— a-gh. — tose — ahora sé que puedes defenderte, loca.

— ¡Tn! — gritó marissa en el pasillo.

Mierda.

Alejé a Jungwon y lo empujé al baño donde cerré la puerta con brusquedad.

— ¿¡Está todo bien!? — preguntó Marissa viendo a Tn.

Me giré asustada y sonreí nerviosa.

— Había una cucaracha. — sonreí.

— uf... Que alivio, creí que se había metido un ladrón. — contestó Marissa con una mano en el pecho.

— No no, claro que no... Lamento el ruido. — reí mientras la acompañaba a la puerta.

— Bueno, me avisas si sucede algo, eh.

Asentí y dejé que saliera al pasillo para cerrar la puerta y colocar seguro.

— Una cucaracha eh. — contestó Jungwon cruzando los brazos.

— No vuelvas a entrar de esa manera, ¿No podías llamarme?

— El teléfono está apagado. — respondió.

Jungwon caminó hacia la cama, tomó la sábana y la sacudió para sacar sus zapatos.

— ¿No estabas con Sue? — pregunté.

— ¿Porque estaría con ella? Me quedé jugando con la play de Miguel. — respondió dejando su remera en una silla.

Jungwon rascó su abdomen marcado por unos segundos y suspiró.

— quiero dormir contigo. — contestó Jungwon tomando la cadera de Tn.

Me senté en sus piernas y sus manos acariciaron mi espalda con suavidad y delicadeza.

— No hables de Sue, no me importa ella.

Miré a Jungwon manteniendo el silencio.

Jungwon tomó mi mentón y acercó su rostro al mío.

— ¿Crees que no me doy cuenta cuando algo no te gusta? — preguntó con obviedad.

— Ya tengo lo que quiero y es suficiente — Murmuró Jungwon depositando un corto beso en los labios de Tn.

— Soy padre y tengo una linda mujer a mi lado. — respondió.

— ¿Ya estamos casados? — pregunté en un susurro.

— No te lo puedo asegurar pero llegará el momento. — respondió mostrando una sonrisa.

Sonreí con ternura.

Dónde se consiguen hombres como Jungwon.

Tomé las mejillas de Jungwon y lo besé con fuerza mientras caíamos a la cama.

— ¿Quieres cosquillas? — preguntó en un susurro.

— te voy a golpear.

— Un golpe por un beso, ¿Que dices? Mi lindo camionero.

— No me llames camionero.

— Mi hermosa camionera. — respondió con gracia.

Golpeé su brazo con fuerza y cuando intenté levantarme Jungwon tomó mi cuerpo y me tiró a la cama empezando a hacerme cosquillas.

— ¡Jungwon! — grité riendo. — ¡Deja o te golpearé!

— Di porfavor.

Tn y Jungwon se la pasaron jugando por esos cortos minutos, así, representando la perfecta pareja que son.