ᴄᴀꜰé ᴘᴏʀꜰᴀᴠᴏʀ | ʏᴀɴɢ ᴊᴜɴɢᴡᴏɴ & ᴛɴ |

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— ¡Bienvenidos a ciudad de México! — comentó un hombre de unos 40 años con emoción.

— ¿Que dice? — preguntó Sue a Luke.

— Creo que dice bienvenidos a México. — Susurró Luke.

— Gracias — sonreí mirando al hombre con ternura.

Caminamos hacia el bus que habíamos pagado y controlé que todos estuvieran.

Una vez que todos se subieron, el hombre condujo a un hotel donde nos hospedariamos.
En la sala principal del hotel, ordené a todas las personas y las dividí e intenté hacerlo en los grupos que querían pero siempre separando a las mujeres de los hombres.

Dejé mis cosas en mi habitación de hotel y bueno, yo tengo mi propia habitación.

Luego de haber desempacado, esperé a que todos se reunieran en la sala de espera y dividimos los grupos con diferentes profesores para que nadie quedará solo y atrás.

Nos subimos al bus y nos dirigimos al parque de diversiones SIX FLAGS de CDMX.

Al haber llegado, los alumnos fueron separados en los grupitos de antes y para mí suerte, Jungwon junto a su grupo y otros más vinieron conmigo.

— Bienvenidos a los Go Karts Teen Titans. — respondió una joven con una sonrisa.

— Hola, quería... Sacar entradas para — miro a los alumnos — 6 alumnos.

— Genial. — contestó la joven cortando las entradas.

Tomé las 6 entradas y se las entregué a cada uno de ellos.

— ¿No vas a subir? — preguntó Jungwon en un susurro.

— Soy demasiado grande para esos autos. — respondí.

— no sabía que tenías 70 años. — contestó.

— Jung-

— Sorry, ¿Ken yu givmi uon? (Puedes darme uno) — preguntó Jungwon.

— ¿Eh?

— Jungwon, no se dice así. — contestó Luke alejando a Jungwon.

— Hola seniorita. ¿Puedezs dagme una entriada? — preguntó Luke sonriendo con orgullo.

La chica entró a reír y asintió cortando otra entrada.

Luke se la entregó a Jungwon y el me la entregó a mi.

— Te vas a subir a todas las atracciones que quiera. ¿Va?

— Bien, tu ganas. — respondí.

Los 7 nos subimos a aquellos autos y comenzamos a andar.

Algunos se chocaban contra las gomas de los neumáticos y otros con diferentes cosas pero algunos supieron dominar el manubrio.

Después de unos minutos, nos bajamos y los llevé a otros juegos mientras oía sus comentarios llenos de ansias y felicidad.

La están pasando bien.

— Señorita Choi, ¿Podemos ir a ese? — preguntó un chico.

— ¿A ese? — pregunté asombrada — oh... Es demasiado alto...

— No tengas miedo — contestó Jungwon entre risas mientras caminaba al juego.

— Hola a todos, bienvenidos a los X-flight. ¡Sentirás la velocidad solo por tirarte a 57 metros!  — comentó el hombre.