XXII

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 20 de octubre de 2005

Hoy volví a la escuela y parece que estos días de suspensión y la golpiza que le metí a Jared no fue en vano, pues ahora ya nadie comenta nada sobre mi sexualidad. El idiota de Jared ya ni siquiera me mira, trae una venda en su nariz, me dio risa verlo así, ¿quién es el perdedor ahora?.

Ray y Bob se mostraron felices con mi regreso, pero no así Mikey, pues me miró con indiferencia, con su cara de pocos amigos. Después se me acercó y me dijo "Gerard te extraña, no has ido a verlo", "¿te dijo algo?", cuestioné sabiendo perfectamente la respuesta, después me mencionó algo que lo admito, me hizo sentir vergüenza, "sé que Jared se refería a mi hermano, fue con él con quien te vio ¿no es así?". Yo me quedé como idiota, no sabía qué contestarle. "No sé por qué Gerard te quiere tanto, si eres un imbécil", dijo sin más y se fue, dejándome con un montón de pensamientos rondando por mi cabeza y sintiéndome tan miserable.

Y sí, esta misma tarde fui a visitar a Gerard, su madre me recibió gustosa como siempre y lo encontré ahí, en la sala, dibujando, aunque debo decir que esta vez no estaba disfrazado de nada, vestía su pijama y su negro cabello estaba enmarañado. Cuando me vio una sonrisa se dibujó en su rostro y eso me hizo sentir aún más miserable por todo lo que pensé de él en los últimos días. Se puso de pie, se me acercó y me abrazó, nunca me había abrazado, yo lo había abrazado a él, y fue tan raro, ahora no olía a frutas, sino a tierra mojada, estaba demasiado cálido.

"Perdón por no venir antes", fue lo único que logré decirle, Gerard me sonrió y se sentó a dibujar, me quedé mirándolo por varios minutos, su madre nos había traído un poco de limonada y galletas. Vi como trazaba líneas tan rápido y de un momento a otro ya me estaba tendiendo un dibujo con él y yo abrazados. Sentí ganas de llorar, no sé por qué.

Le pedí que se sentara conmigo en el sofá, le pregunté si quería que viéramos alguna película, él sólo asintió. Y es que nunca habíamos convivido de esa forma, siempre me he limitado sólo a mirarlo dibujar mientras le cuento mis problemas. Eligió StarWars, ni siquiera me sorprendió que eligiera esa película. Lo admito, me quedé dormido y cuando desperté Gerard yacía recostado en mis piernas, debía molestarme, pero no lo hice. Gerard es buena compañía, me gusta estar con él, aunque a veces me haga sentir incómodo.  

100 días contigo (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora