100 días contigo (Frerard)

XXXI

 10 de noviembre de 2005

No he podido dejar de pensar en lo que le pasó a Gerard, en lo que el imbécil de Bert trataba de hacerle, y es que después de eso él definitivamente ya no es el mismo, ya no dibuja. Hoy nos reunimos de nueva cuenta en casa de Mikey para hacer la tarea, fuimos Ray, Bob y yo, obviamente ya no permitimos que el nefasto de Bert se nos volviera a colar, sin embargo me sorprendió no encontrar en la sala a Gee, quien siempre estaba ahí, con su estuche de colores y su libreta dibujando.

Mikey me dijo que desde que sucedió aquello no ha vuelto a bajar a dibujar, igual su madre está preocupada y ya le ha preguntado en varias ocasiones qué fue lo que pasó aquel día, pues desde esa maldita reunión en casa de Bob, Gee ya no es el mismo.

Le pedí a Mikey que me dejara ver a Gerard, él me dijo que no había problema, pero que Gee estaba renuente, que no quería ver a nadie. Toqué, ingresé a su habitación y lo encontré en su cama, con su pijama puesta, al verme se incorporó y yo me acerqué hasta él para sentarme a su lado. Gee me abrazó, correspondí a su abrazo y volvió a pasar, lo escuché decir mi nombre cerca de mi oído, su voz, ese timbre agudo que no he podido olvidar, sólo que ahora estaba en mis cinco sentidos y no alcoholizado. Me separé de él, lo miré a los ojos que estaban llorosos, "dijiste mi nombre", mencioné, pero él no respondió nada, solamente se volvió a abrazar a mí, y todo fue tan raro.

Me quedé un rato ahí con Gerard, tratando de animarlo, de hacerlo sentir mejor. Le pregunté si como la última vez quería que viéramos una película, sin embargo se negó. Seguramente tenía miedo de que Bert estuviera abajo con los demás chicos. "Ese tipo no te va a hacer daño, yo te cuidaré", le dije, pero aún así Gee no quiso bajar, sólo se abrazó a mí.

Me duele que haya perdido esa chispa que lo caracterizaba, que ya no esté sonriente, que ya no dibuje más.