100 días contigo (Frerard)

LXXIII

 11 de febrero de 2006

Nunca pensé encontrar a Gerard así, aunque me calentó demasiado. Llegué junto con Mikey a su casa, Donna no estaba, aunque Gee no se encontraba en la sala como siempre, por lo que decidí subir a su habitación, la puerta no tenía seguro, por lo que entré y no puedo negar que me sorprendí por la forma en como encontré a Gerard, estaba en su cama desnudo de la cintura para abajo, sus piernas abiertas, se estaba tocando y lanzaba algunos gemidos. Caminé lentamente para acercarme a él, no quería que notara mi presencia, lo sé, soy un lujurioso, sólo quería verlo mientras se masturbaba, pero estando ya casi a un costado de él abrió sus verdes ojos y me miró un tanto sorprendido, dejando de tocarse, ruborizándose e intentando cubrirse, pero lo tomé del brazo y me acerqué a él. "¿Quieres que te ayude, mi amor?", le dije, y él seguía ahí mirándome. Me senté en su cama, él se levantó y lo ayudé a colocarse sobre mis regazo, quedando así frente a frente, volví a besarlo, llevando una de mis manos a su erección para estimularlo.

Comencé a masturbarlo y quedé fascinado con las expresiones en su carita y los gemidos que salían de sus labios. Sus ojos estaban cerrados, pero le pedí que los abriera, pues quería que me mirara cuando se corriera y en unos segundos se derramó en mi mano y dijo mi nombre casi en un suspiro. Lo atraje hacia mí y lo besé en tanto su respiración se tranquilizaba. Nos recostamos en la cama, sus piernas rodeando mi cintura. "Te amo mi gatito, cuando quieras puedo ayudarte a que te sientas mejor", le mencioné, "te amo, Frankie", me dijo de nuevo. Yo ya estaba demasiado caliente, así que dirigí mi mano hacia mi pantalón para desabrocharlo y bajarlo junto con mi ropa interior y dejar mi pene al descubierto, Gee lo notó, y sin que le dijera nada se bajó para introducirlo en sus labios y comenzar a chupar. No tardé mucho en correrme dentro de la boquita de Gee. Lo atraje hacia mí, aún tenía algo de semen alrededor de sus labios, lo limpié con la manga de mi chaqueta y luego lo besé.