LXXI

70 3 0
                                    

 6 de febrero de 2006

Creí que era tema olvidado, pero claro, con mis padres nunca hay tema olvidado, hoy mi papá volvió a insistir con el tema de la "linda chica" con el que hace algunos días me vieron sus conocidos, mencionándome que si ya es mi novia, que cuándo la voy a traer a la casa, "al menos dinos su nombre", insistió, yo estoy tan cansado de eso, así que le dije una mentira, sé que no lo debí haber hecho, odio ocultar a Gerard, pero no quiero que me separen de él, "se llama Geraldine, pero le gusta que le digan Gee", les comenté, "pues trae a Gee a casa, queremos conocerla", insistió mi madre, pero claro que no lo traeré, jamás lo haré, para empezar no quiero traer a Gee con engaños y que se refieran a él como una chica, además, sé que no le gusta interactuar con la gente, aún recuerdo cuánto me costó acercarme a él.

Hoy me parecen tan lejanos aquellos días en que incluso huía de mí y sólo podía mirarlo a la distancia, sin dejarme siquiera tocarlo, y pensar que ahora puedo tenerlo en mis brazos todo el tiempo, imaginar tan solo lo cerca que hemos estado de hacer el amor. Debo confesar que ese tema no lo he dejado de lado, aunque no quiero presionar a Gee. He conseguido algunos pequeños paquetes de lubricante que ahora llevo en mi cartera, no es que todo el tiempo esté pensando en eso, o tal vez sí, pero quiero estar preparado para cuando Gee esté listo para entregarse por completo a mí, muero por tenerlo así.

A veces se me hace tan difícil estar lejos de él, pues hay días en que apenas si lo puedo ver unos minutos y me mata la distancia, lo peor es que no podemos comunicarnos por teléfono y pasar horas hablando como el resto de las parejas. Quisiera que Gee interactuara más conmigo, pero sé que por su condición es difícil, bastante ha sido con que me acepte y me deje tocarlo, con que diga mi nombre y que me quiere. Además, lo que necesito saber de él me lo expresa a través de sus dibujos, aunque no puedo negar que quisiera escuchar más a menudo su voz, es tan hermosa, podría pasar toda la vida escuchando su melódica voz y jamás me cansaría de ello.  

100 días contigo (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora