100 días contigo (Frerard)

LXXX

 25 de Febrero de 2006

Casi se me olvida que es mi padre y le meto un puñetazo en el rostro ¿Por qué? Porque le puso sus asquerosas manos encima a Gerard, a mi Gerard, y eso sí que no lo voy a permitir.

Me escapé a la casa de Gee. Últimamente ya no hemos salido, por lo mismo, el miedo a que mis padres nos vean juntos y quieran separarme de él.

Estuvimos en su cama, nos abrazamos, nos besamos, nos miramos hasta el cansancio. Le hice el amor.

Nos quedamos abrazados, nuestras piernas entrelazadas. Disfrutaba tanto de estar así con Gee, sintiendo su cuerpo cálido junto al mío, respirando su perfume, él se aferraba a mí, y yo, yo no quería soltarlo nunca.

De repente escuché gritos, se trataba de mi padre, estaba en casa de los Way. Ni siquiera escuché cuando tocaron la puerta, Donna no estaba en casa, sólo estábamos Gee y yo, y Mikey en su habitación. Rápidamente me levanté, me puse la ropa interior y la playera. Gerard seguía en la cama, se cubría con una sábana, "ahora regreso, amor", le dije, saliendo de su habitación, bajando las escaleras y encontrándome con mi padre.

"Sabía que estabas aquí, revolcándote con ese maricón", "¿Qué mierda haces aquí? ¡lárgate!", le dije furioso, intentó golpearme, mencionando que no le hablara así, que es mi padre, pero algo lo detuvo, vi como su mirada se desvío a las escaleras. Ahí estaba Gee, cubierto por completo por una sábana. "Así que tú eres el mocoso que hizo maricón a Frank", dijo mi padre, acercándose a él, Gee estaba asustado, y fue sólo entonces que reaccioné, tomó a Gee, comenzó a zarandearlo, "responde maricón, ¿te estabas revolcando con mi hijo?", le dijo, escuché a Mikey decir algo, pero ni siquiera recuerdo, me acerqué hasta mi padre y brusco lo separé de él. "Deja a Gerard, ni se te ocurra ponerle tus asquerosas manos encima", le grité, y bueno, estuve a punto de meterle un golpe, de no ser porque escuché los sollozos de Gee, me volteé para verlo, sus ojitos rojos, las lágrimas resbalando por sus mejillas, quise acercarme a él, quise besarlo, pero mi padre me sujetó y me sacó de la casa de los Way, lo último que alcancé a ver fue como Mikey se acercaba a abrazar a Gee y yo me quedé como un pendejo sin poder hacer nada, siendo arrastrado a mi asquerosa casa, donde mi padre amenazó con llevarme ya al internado, pues dijo: "No voy a soportar un día más en que te sigas revolcando con ese maricón", y yo no voy a permitir que me separen de Gee.