24 de septiembre de 2005
No me la pasé nada bien en la casa de Bob, a pesar del alcohol, pese a la música, a la compañía, no sé por qué no me sentí bien, mi mente vagaba de un lado a otro y siempre terminaba pensando en Gerard, desde aquel día que fui a casa de Mikey no lo he vuelto a ver, me sentí como un imbécil después de aquello, ni siquiera sé por qué fui sólo para verlo. Y peor después de que le contó a Ray, sentí tanta vergüenza. Lo que menos quiero es que Bob se entere, porque seguramente se burlará de mí, por eso ya no volví.
Pero hoy, con el alcohol entrando a mi organismo me sentí mal, mal por Gerard, no sé si él estuvo esperando estos días a que fuera a su casa, no es tampoco como que le fuera a preguntar a Mikey por mí, sin embargo no pude evitar imaginarlo triste mientras está ahí en la sala de su casa dibujando, tal vez me porté como un idiota por no insistir en verlo.
El alcohol en mi organismo me hizo sentir tristeza, no pude evitar acercame a Mikey, quien estaba también ya algo mareado, necesitaba preguntarle por Gerard. "¿Cómo está Gerard?", le cuestioné, "bien, pero te extraña", y fue tan raro que me dijera eso, sentí una sensación extraña en mi estómago sólo oír eso, "¿él te dijo algo?", pregunté, "no, casi no habla, pero te dibujó. ¿Por qué no has ido a verlo?", y en serio me sentí como un idiota. "¿Puedo verlo ahora?", cuestioné, pero era tarde, ¿en serio iba a despertar a Gerard?. "Puedes dormir en mi casa, si quieres", y sí, al final fui con Mikey a su casa, aunque claro, no vi a Gerard a esas horas de la noche, sólo caí rendido en el sofá de su sala.
Cuando desperté los grandes ojos de Gerard estaban analizándome. Al notar que abrí los ojos se alejó, vestía de nuevo ese mameluco de esqueleto. Fue raro despertar ahí, ni recuerdo cómo llegué, pero al darme cuenta que estaba ahí me sobresalté, seguro mi madre estaría molesta por no llegar a dormir. Sin embargo luego apareció Donna, dijo que ya había hablado con mi madre, que desayunara con ellos y ella misma me llevaría a casa. Mikey se veía tan destruido como yo luego de nuestra borrachera.
Desayuné hotcakes acompañados de un café bien cargado, lo necesitaba. Miré a Gerard quien comía sin inmutarse por nada, él también desayunaba hotcakes, aunque los suyos tenían dibujado un rostro sonriente, no sé, me dio ternura eso.
Antes de ir a casa Gerard se me acercó con una hoja en sus manos, la cual me tendió y pude apreciar un dibujo que me causó cierta emoción, pues éramos él y yo bailando, tomados de las manos, como en mi sueño, incluso me dieron ganas de llorar, no sé por qué, y no pude evitarlo, lo abracé. Gerard no impidió que lo hiciera, aunque no respondió a mi abrazo, sólo dejó que yo lo estrechara y respiré su olor, un olor a frutas que me gustó mucho.
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100 días contigo (Frerard)
FanficLa vida es horrible, hasta que conoces a alguien especial.