XVII

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 5 de octubre de 2005

No sé por qué, pero hoy sentí de nueva cuenta el impulso de ir a casa de los Way, Mikey no estaba, pero a quien quería ver era a Gerard. Llevé mi guitarra, quería tocar algo para Gerard como lo hace Ray, aunque ni siquiera he practicado, no sé siquiera si mi vieja guitarra está afinada, pero quiero intentarlo, quiero recuperar mi amor por la música.

Gerard, como siempre, se encontraba ahí, sentado en la sala, con su estuche de colores y unas hojas, dibujando. Me pregunto de dónde saca tanta inspiración para tener siempre algo nuevo qué plasmar, yo honestamente me quedaría con una hoja en blanco frente a mí, no sabría siquiera qué ilustrar.

Esta ocasión no estaba vestido de nada en particular, sólo llevaba puesta una playera gris y unos pequeños shorts negros, estaba descalzo, y su negra melena cubriendo gran parte de su rostro. Cuando me vio venir me sonrió, y no sé por qué esa sonrisa me reconfortó. Me senté en el sofá y le dije que tocaría algo para él, ni siquiera tenía idea de qué tocar. Me decidí por algo de Radiohead, Creep, no sé si fue una buena elección, una canción demasiado triste a decir verdad, sin embargo en cuanto empecé a tocar Gerard puso toda su atención en mí. Cuando terminé me estaba mirando con una sonrisa, incluso me aplaudió y eso me hizo sentir bien. Le pregunté si le había gustado, Gerard sólo asintió.

Le platiqué que tenía tiempo sin tocar, que era mi sueño formar una banda y tocar la guitarra, él me escuchaba atento, incluso se paró y se fue a sentar en el mismo sofá donde yo estaba, demasiado cerca, debo decir, aunque sin llegar a tener contacto, no quería acercarme mucho a él y asustarlo. Al estar tan cerca de él pude apreciar mejor sus facciones, nunca lo había hecho, demasiado finas, debo decir, incluso bien podría pasar por una chica, con una pequeña y respingada nariz, largas y espesas pestañas, mejillas sonrojadas y creo que nunca había notado que sus ojos son verdes. Fue algo raro, bastante raro, me sentí algo incómodo, por lo que mejor me fui de su casa antes de que Mikey llegara y me viera ahí, aunque seguramente su madre le contará.  

100 días contigo (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora