Aquí encontrarás gran variedades de One Shots intensos con los personajes que tanto deseas.
° Lenguaje adulto
° Escenas +18 explicito
° Escenas violentas
° Tríos, h×h, m×m, h×m
Todos los derechos reservados para mi autoría, este libro es de mi imag...
Astrid se acercó a él mientras se quitaba la capa y las botas, Alfred intentaba apartarse pero las esposas no se lo permitían solo le quedaba cerrar sus ojos mientras esperaba lo que sea que esa niña le hiciera, porque para él si era una niña, Astrid subió sobre su regazo sentándose a horcajadas mientras apartaba un poco la camisa para mostrar su piel, Alfred abrió sus ojos para verla con el seño fruncido.
- ¿Que estás haciendo? - tocó lo más que pudo el respaldo de la cama, Astrid no contesto y solo admiro su pecho.
Ella con suavidad se acercó hasta que sus labios tocaron la piel blanca de Alfred, quien no se movió ni un centímetro, Astrid sonrió para seguir dejando besos por todo el pecho para luego subir a su cuello con lentitud, besándolo como si estuviera comiendo un delicioso chocolate relleno de aquel mismo líquido, aquel que se escurre solo antojandose más, llamando a todos sus fans con su delicioso sabor. La mano izquierda la dejo sobre el hombro izquierdo de Alfred para subir hasta su cuello y la otra mano la tenía aún lado de la cabeza de este, comenzó a morder con muy poca fuerza, apenas sus dientes tocaban la piel pero era demasiado provocador para cualquier hombre, sus caderas firmemente puestas sobre el miembro de él para comenzar a moverse en lentos círculos, provocándolo aún más.
Alfred estaba siendo torturado y él lo sabía a la perfección, esa niña sabía cómo moverse y dónde tocar, cerro sus ojos con fuerza evitando cualquier sonido que estaba dispuesto a tocar pero inconscientemente abrió sus piernas un poco para sentirla mas cerca de él, sentía como su miembro comenzaba a despertar pero él era orgulloso por lo que no emitía sonido alguno solo pequeños movimientos, Astrid sonreía por el avance que comenzaba a dar y decidió ir a su segunda parte del plan, se separó para quitarse la camisa con lentitud mostrando su cuerpo bien echo, aventó la prenda a alguna parte y se acercó a él para dejar sus brazos detrás de su cuello y cabeza, acercándose para besarlo cosa que Alfred no evitó, era inevitable resistirse a esas caricias. Cuando sus labios se rozaron ella se detuvo esperando a que él siguiera, pero Alfred siguió esforzándose.
Sus respiraciones chocaban, sus miradas igual lo hicieron y Alfred miraba a sus labios luego a ella y así varias veces hasta que no lo resistió y rompió esa distancia con un beso necesitado, prácticamente se comió los labios de ella con los suyos pidiendo clemencia, rogaba que eso se detuviera pero su cuerpo actuaba en su contra haciéndolo desear más, dejo su lengua en medio de sus labios pidiendo permiso cosa que se le concedió sin tiempo a lo contrario, Alfred jugó con sus lenguas intentando de nuevo liberarse para tomar el control de eso y sostener sus caderas para hacerla moverse sobre él, la deseaba y ahora entendía las palabras de la chica llamada TN, todos caen.
Se separó por la falta de respiración pero no dejaba de dar pequeños besos sobre esos labios que comenzaban a encantarle.
- Muévete, te lo pido - Susurró moviendo un poco sus caderas simulando muy pequeñas embestidas.
Astrid sonrió contenta, Alfred Molina había caído ante sus encantos y ahora le pedía moverse sobre él, hizo caso omiso a esa petición y se levantó, Alfred la miro más que confundido deseaba tenerla sobre él y sentir esos movimientos tan deliciosos, quería tener esos labios de nuevo sobre los suyos.
Pero, Astrid no le daría esos movimientos de cadera, sino, algo mucho mejor, se quitó su pantalón y botas al igual que toda la ropa quedando desnuda frente a él, Alfred entendió de inmediato y sonrió recargo su cabeza en el respaldo para esperarla, ella subió sobre él de nuevo a horcajadas para sacar su miembro y masturbarlo un poco escuchando esos gemidos que tanto había soñado y deseado, vio el maravilloso rostro de placer de Alfred quien la veía con lujuria deseándola a cada segundo, ella camino de rodillas hasta quedar de nuevo frente a su rostro y su entrada sobre el miembro, se acercó a él para besarlo e ir bajando con lentitud soltando suaves suspiros mientras más lo sentía dentro.
Alfred deseaba eso más que nada, subió sus caderas entrando en ella por completo soltando un suspiro para verla a la cara, ella se mordía el labio mientras se quedaba quieta sobre él para luego sostenerse de sus hombros y reposar por completo sus caderas en el regazo de él moviéndose un poco para adaptarse al tamaño, Alfred no perdió tiempo y se acercó a su cuello para besarlo con necesidad moviendo también un poco sus caderas, aunque de nuevo esas cadenas en sus manos no lo dejaban hacer mucho, miro a Astrid con deseo contenido.
- Liberame, pequeña, deseo esto tanto como tú - susurró dejando suaves besos en la comisura de sus labios.
Astrid no necesito escuchar más y se inclinó aún lado para sacar del cajón del mueble una llave, Alfred estando consciente diría que ese escondite fue muy tonto pero ahora solo deseaba poseerla de una y mil formas aunque ahora solo podía mover sus manos y cadera, pero eso le bastaba, con un poco de esfuerzo ella libero sus muñecas de las esposas y Alfred de inmediato bajo sus manos a las caderas para sostenerla con fuerza haciéndola mover en círculos y de arriba a abajo, adaptándose de la mejor manera, ella volvió a sostenerse de sus hombros y fue así como empezaron a hacerse las embestidas.
Ella se movió lento sobre él sosteniéndose de sus hombros, clavando un poco sus uñas pues no creía que él fuera un poco más grande de lo que imaginaba, al contrario Alfred se sentía en la gloria, había pasado tiempo desde que no había tenido sexo con alguien, había olvidado lo maravilloso que se sentía, la acercó a sus labios para besarla acelerando los movimientos, haciéndola brincar con más rapidez sobre él, necesitaba más y más de su cuerpo, de sus labios de toda ella, la necesitaba y proclamaria suya en ese instante.
Los brincos eran insistentes y rápidos, los besos tan calientes que te quemaría, y las manos traviesas paseaban por sus cuerpos acariciando sus pieles, Alfred llevo su boca a los pechos para comerlos con demasiado apetito, la sostuvo de la espalda para que cada vez que su miembro entrara, se apretara y enterrara con fuerza en ella, proclamando su dominio sobre ella, haciendo presente a todos sus personajes dominantes.
Los gemidos y gritos de placer nunca se hicieron esperar y mucho menos silenciosos.
Mientras tanto abajo TN tenía sus audífonos a todo volumen mientras estaba recostada en el sofá, sus brazos debajo de su cabeza y pensaba, tal vez debería dejar a Astrid con Alfred y ella seguir secuestrando actores o cantantes para violarlos, sabía que estos no dirían nada pues se irían bien servidos, pero, necesitaba alguna ayuda o cómplice.
¿Te gustaría ser la siguiente amiga violadora de TN?
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