Tus personajes y tus sueños se hacen realidad

Mayuri Kurotsuchi

Dedicado especialmente a kuchiki225

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"Detrás de todo buen hombre, hay una maravillosa mujer."

Esa era una frase que nos quedaba perfectamente a mi y a mi esposo, Mayuri Kurotsuchi, desde hace tiempo llevamos juntos y decidimos hacerlo oficial, tuvimos a una pequeña y hermosa niña, Nemu, teníamos nuestro tiempo a solas pero a veces nuestra pequeña nos interrumpia. Hoy por suerte no era así, mi hija estaba entrando en un bosque cercano a nuestro hogar por lo que entre a nuestro cuarto viendo a mi esposo limpiar su máscara, era realmente guapo sin ella y lo que lo caracteriza era su cabello azul.

Me acerque a él subiéndome a horcajadas sobre su regazo y le sonreí abrazándolo por el cuello, él subió su mirada hasta mis ojos, la intensidad y amor con la que me miraba era algo que jamás de compararía, él sonrió divertido y dejó su máscara aún lado para verme a mí y escanearme, sabía que nuestra hija se había ido y por ello no me bajo de su regazo con temor a que nuestra pequeña nos encontrará de tal manera.

- ¿Te eh dicho lo mucho que te amo? - Solté una risita.

- Me encanta escucharte Mayuri - Me acerque a sus labios.

- Y tú me encantas a mi - Sonreí aun más para besarlo intensamente.

Mayuri dejo sus manos sobre mis caderas y hacerme mover de forma lenta sobre él, tanto Mayuri como yo amábamos nuestro tiempo a solas, era lo más íntimo que podíamos hacer y lo aprovechábamos al máximo, se separó de mis labios para verme un poco y bajar a mi cuello besándolo de forma suave y lenta, Él era tan experto en lo que hacía que me volvía loca, sus manos las bajo hasta mis muslos y apretarlo de forma suave, subiendo mi vestido color rosa claro hasta más arriba de mi adera mostrando mis bragas blancas, luego me detuvo sobre su miembro, sin moverme o algo, yo solo podía sostenerme de su cabeza enredando mis dedos en cabello azul, sentía sus besos recorrer mis cuello y parte de mis hombros desnudos.

- Oh mi hermosa esposa, nose lo que me has echo pero te deseo tanto -

Sin decir nada más se separó de mi para verme entrar en acción, me levanté un poco y con ayuda de él, baje sus pantalones y boxer encontrándome con una erección ya erecta y dura.

- Padre - Lo llamo alguien desde el otro lado de la puerta, yo me quedé estática pero no me baje de él.

- ¡Nemu!, ¡¿Que es lo que pasa?! - Hablo alto apretando mis caderas sin darse cuenta.

- Padre, eh buscado a madre por todos lados pero no la encuentro, ¿Sabes dónde está? - Su inocente voz se escuchaba curiosa.

- Seguramente está en la cocina o lavando ropa - Hablo en un intento de hacer que se vaya, reí internamente.

Decidí dar un poco de emoción en la situación, por lo que tome su miembro y lo alinee en mí entrada apartando mis bragas, tuve que morder mi labio inferior para ahogar un gemido por el enorme tamaño, comencé a moverme de arriba abajo de forma lenta sintiendo como él hacía todo un esfuerzo para no gemir.

- Pero ya la busque haya y no estaba -

- Entonces probablemente esté en el pueblo - Nemu se quedó unos segundos en silencio, llenando de nervios a Mayuri.

- Tienes razón padre, la iré a buscar - Luego de eso se escuchó como echaban a correr alejándose.

Mayuri respiró tranquilo, me miró de forma acusatoria luego soltó una risita y tomo mis cadera con un poco menos de fuerza para moverme más rápido y acercarse a besarme.

- Eres una traviesa linda - Susurró divertido para terminar la distancia y besarme.

Brinque sosteniéndome de sus hombros y cerrando los ojos, Mayuri era un maestro de artes pero era mi esposo y eso jamás lo olvidaba, siempre me llenaba de felicidad sin siquiera tocarme, se separó unos muy leves centímetros, gemiamos bajo por su nuestra hija volvía.

- Te amo - Gemí - ¿Tú me amas? -

- Si cariño, te amo solo a ti - Me abrazo por la espalda con más fuerza.

- Eres solo mío John - Volví a gemir gritando su nombre - ¡Oh Mayuri! - Mordí su oído.

Lo abracé dejando mi rostro sobre su cuello, ocultándome, Mayuri en un movimiento nos recostó para moverse él de forma lenta dentro de mi, una mano la dejo sobre mi cadera y la otra sobre mi cabeza, yo seguía oculta en su cuello.

- Soy solo tuyo TN, y tú eres solo mía - Aligeró sus embestidas para intentar verme me separé recargando mi cabeza en la suave cama y verlo - No quiero ni imaginar el día en que te vayas de mi lado al templo de las almas - Junto su frente con la mía - No soportaría perderte -

Sin poder evitarlo algunas lágrimas rodaron mis ojos, tomé sus mejillas para besarlo intensamente, así como él, yo tampoco puedo pensar que algún día debemos separarnos porque él era una especie de Dios y por lo tanto no podía morir, o al menos no al ritmo de los mortales, como yo, yo era una mortal que se enamoró de un dios y ahora debíamos vivir así y disfrutar el tiempo que estemos juntos con nuestra pequeña Nemu.

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Espero te haya gustado.