Sólo adelante

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Capítulo 67: Sólo adelante

Harry se encontró con Draco en el pasillo fuera de la enfermería. Draco tenía una expresión de preocupación en su rostro, pero, para sorpresa de Harry, no se relajó al verlo. En cambio, entrecerró los ojos y siseó: —¿Qué estás haciendo? ¡Madame Pomfrey te dijo que te quedaras en la cama el resto del día!

Harry negó con la cabeza. Honestamente había olvidado su promesa a la matrona, y solo había querido ver a Draco y decirle la decisión a la que había llegado. —Lo siento-

Draco tomó su mano y lo llevó hacia la puerta de la enfermería. Al menos mantuvo su voz baja mientras le gritaba a Harry. —Creo que deberías mostrarle esa mano. ¿Qué pasa si la herida se infecta?

—Fue cauterizada-

Draco cerró los ojos. —Tampoco lo sabía, o lo había olvidado —susurró. Abrió las puertas de la enfermería y empujó a Harry de vuelta a su cama. Harry puso los ojos en blanco, pero obedeció el movimiento. Parecía algo que Draco necesitaba hacer.

Una vez que estuvo dispuesto a la satisfacción de Draco, Harry aprovechó la oportunidad para comenzar su discurso antes de que Draco pudiera tomar una perorata acerca de lo inapropiado que era estar corriendo con una mano izquierda faltante y una herida de mordisco que no se curaba. —Quería hacerte saber que no necesitarás las pociones para dormir y las ataduras corporales y cualquier otro hechizo que tengas listo —dijo—. No voy a correr peligro sin decirte otra vez.

Draco lo miró fijamente. Harry le devolvió la mirada. Él consideraba esto una verdadera resolución, y si aún no se atrevía a decirle a Draco todo—Dumbledore podría estar escuchando a través de las barreras, y con seguridad lo estaba haciendo—podía prometerle eso. Aliviaría la preocupación más apremiante que Draco tenía por él.

—No puedes simplemente cambiar todo tu comportamiento de esa manera —dijo Draco por fin, revelando la fuente de la incredulidad en sus ojos.

—Sí puedo —Harry apretó su mano en un puño, y sintió como si la izquierda estuviera haciendo lo mismo, aunque sabía que no era así. Fawkes, que había desaparecido brevemente cuando Lily se había ido, volvió a posarse sobre su hombro y dejó escapar un suave y tranquilizador canturreo. Harry dejó que lo calmara de nuevo en una leve sonrisa a Draco—. Si me concentro. Si trato de recordar, en lugar de solo irme lejos. No puedo decir que dejaré de intentar salvar la vida de otras personas, pero hablaré contigo sobre eso y te llevaré conmigo —se imaginó lo que Dumbledore estaría pensando mientras escuchaba, e hizo que su voz fuera suave y sumisa, un soplo para su audiencia invisible—. Es lo menos que puedo hacer, después de... después del cementerio... —volvió la cabeza como si estuviera vencido.

Draco se inclinó hacia delante de inmediato, su confusión evidente. —¿Harry? —su empatía le estaría diciendo algo muy diferente a las palabras y expresiones de Harry, lo sabía.

—Solo puedo pedirte que confíes en mí, Draco —Harry levantó los ojos e hizo que su mirada fuera tan intensa como podía—. Te hice la promesa que querías. Ahora, por favor, ¿me dejas en paz? —dejó caer un gemido en medio de su tono. Eso también ayudaría a engañar a Dumbledore, al pensar que Harry estaba retrocediendo en sí mismo en lugar de extenderse.

Draco parpadeó, una vez, dos veces. Sabía que Harry le estaba pasando algún tipo de mensaje oculto, pero parecía incapaz de captar mucho más allá de Confía en mí. Espera.

Ya que ese era el único mensaje que Harry quería transmitir, estaba satisfecho, o lo estaría si su amigo lo aceptara, cediera, confiara en él y esperara.

Draco agachó la cabeza. —Está bien —susurró—. Pero no creo que mantendrás esta promesa por mucho, Harry.

—Eso es comprensible —dijo Harry—. Tendrás que verme mantenerla primero, ¿verdad? —cerró los ojos—. Creo que voy a descansar por un rato —dijo—. Fui... quiero decir, mi mente se siente cansada. Pensando, ya sabes —ese fue otro regalo silencioso para Dumbledore, para hacerle pensar que Harry estaba tentado de hablar sobre la conversación con Lily, pero no lo haría. Dejó que su respiración se acercará cada vez más al verdadero sueño.

Libertad sin paz (Sacrificios 04)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora