Libertad sin paz (Sacrificios 04)

Intermisión: Vistazos

Intermisión: Vistazos

Millicent levantó la vista de su libro cuando la puerta de la sala común de Slytherin se abrió y Harry y Draco aparecieron. Apenas podía ver la cara de Harry al principio; Draco estaba inclinándose sobre él y diciendo algo en un tono bajo y excitado que instantáneamente la hizo querer escuchar más de cerca. La gente siempre regala sus mejores secretos cuando hablan así.

Harry finalmente apareció a la vista, y Millicent hizo una pausa. Ella había pensado en acercárseles sigilosamente para poder escuchar al menos unas pocas palabras de la conversación de Draco—estaba demasiado concentrado en su discurso como para notarla, y Harry demasiado absorto en escucharlo—pero ahora se dio por vencida.

Algo pasó. Finalmente. ¿Draco le dijo? No, la mirada temblorosa en los ojos de Harry es demasiado profunda para eso. Parece que lo han recogido y sumergido bajo el agua veinte veces.

Pero ahora había una diferencia definitiva entre ellos, y Millicent terminó viendo en silencio mientras subían las escaleras, sus ojos entrecerrados en sus pensamientos.

Draco sí se lo dijo, creo. Tuvo que hacerlo. Esa es la única cosa que haría a Harry temblar así. Pero lo combinó con otra cosa, y probablemente no estén dispuestos a decirme qué era.

Comienza por lo que sabes, entonces. Draco le dijo a Harry. Y Harry no corrió en la otra dirección, o Draco habría regresado a la sala común solo y con su magia destrozando los muebles en su furia.

Esto le dará a los Malfoy una ventaja con Harry. No sé si Harry realmente se uniría a Draco, pero Draco no es alguien que cierre una puerta si es que está un poco abierta.

Millicent se puso de pie, pensativa, y fue a escribirle una carta a su padre. Ella ya no le estaba informando sobre los movimientos diarios de Harry, pero esto era algo más grande, algo que podía afectar su posición política en lo que Adalrico llamaba La Alianza Potter por falta de un nombre mejor. Su padre querría saber qué había sucedido, especialmente desde que Millicent sabía que tenía una apuesta privada con Lucius Malfoy sobre su probabilidad. Agradecería tener unos días o semanas para ajustar su estado de ánimo a la pérdida antes de que Malfoy viniera a regodearse con él acerca de haber ganado la apuesta.

*

Pansy mantuvo una expresión solemne cuando Harry y Draco pasaron junto a ella, fingiendo que su tarea de Transformaciones era lo más interesante del mundo. Luego echó hacia atrás la cabeza y se rio tan fuerte que Montague, tratando de hacer su tarea en una silla cercana, la miró y se fue furioso.

¡Ya era hora! Honestamente, podría haber hecho un movimiento con Harry si Draco hubiera esperado más. ¿Desde cuándo Malfoy es así paciente o así de cabezón?

Pansy rodó hacia atrás y apoyó la cabeza en su brazo, sonriendo. Vio a Millicent subir a su habitación, sin duda para escribir una carta. Ella tomaba ese tipo de cosas en serio. Nunca había sido más la heredera mágica de su padre que este mes, cuando su madre debía dar a luz un hijo que podría o no compartir la posición de Millicent en la familia algún día.

Pansy no tenía cartas para escribir, al menos ahora. Ella no era más que la heredera de sangre de su madre, y no tenía necesidad de hacerle saber del vínculo evidente entre Harry y Draco hasta que se hiciera más obvio.

Que disfruten de su privacidad, pensó Pansy mientras recogía su libro de nuevo, con las mejillas lastimadas por la presión de su sonrisa. Pronto tendrán poco de eso. Draco debería darse cuenta de que salir con el héroe de Hogwarts lo hará más interesante de lo que ha sido hasta ahora. Mírenlo cómo se indigna con eso, sin embargo, y saltar y echar humo y quejarse de que la prensa ya no tiembla ante la palabra de un Malfoy.