Están danzando

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Capítulo 43: Están danzando

Draco suspiró mientras terminaba la última runa. Él disfrutaba de esta clase, pero a veces las variaciones pequeñas, interminables y complicadas de las runas lo hacían querer gritar. Y tampoco crearían ningún tipo de efecto divertido si las malinterpretaras. Simplemente no funcionarían, y no lo sabrías hasta que intentaras usarlas.

Draco se preguntó por qué alguien querría usarlas en batalla, aunque suponía que su principal uso era fuera de las situaciones de batalla. Y sin embargo, había historias de brujas y magos de guerra entrenados en runas...

Sacudió la cabeza y guardó sus pensamientos en el lugar al que pertenecían, de la misma manera que estaba deslizando su libro en su mochila. Había un tiempo para pensar acerca de la clase, y era cuando hacía la tarea o estaba en el aula. De lo contrario, quería pensar en otras cosas.

Su mente volvió de inmediato a su tema favorito, por supuesto. Harry.

Draco sonrió levemente mientras se movía entre los escritorios y los otros estudiantes, dirigiéndose a la puerta. Sabía que era lento, que probablemente siempre sería lento, pero él y Harry estaban progresando. Harry le había contado acerca de Moody, y vieron al profesor de Defensa juntos, aunque no cometió errores más espectaculares como tratar de poner a Harry bajo Imperius. Harry no se apartaba de manera provocadora para hablar con otras personas sólo porque a Draco no le gustaban. Harry notaba cuando algo andaba mal con él y le preguntaba al respecto.

Las cosas no eran tan perfectas como a Draco le gustaría que fueran, pero no eran tan estúpidas como lo habían sido cuando Harry tampoco hablaba sobre su madre.

Y luego, por supuesto, Draco salió de la clase de Runas Antiguas y encontró a Harry apoyado contra la pared, esperándolo con una expresión grave en su rostro.

—¿Por qué estás aquí? —la mente de Draco se puso en movimiento, tratando de encontrar una explicación que no implicara un desastre para uno o ambos—. ¿Estás herido?

Harry parpadeó, como si le pareciera extraño que eso fuera lo primero en la mente de Draco, y negó. —Adivinación fue cancelada —explicó—. Pero encontré algo, y quería contarte sobre eso.

Draco dejó caer los hombros, haciendo que se le cayera la bolsa, y que la agarrara. Harry se lanzó hacia adelante y lo estabilizó con una mano. Draco lo miró. Sintió que se le encogía el estómago cuando vio la mirada amable en los ojos verdes, como si Harry sólo estuviera esperando dar malas noticias.

Estás herido —respiró.

Harry tocó su hombro, un movimiento tan ligero y rápido que Draco apenas lo sintió. Sabía que había sucedido, sin embargo. No iba a engañarse a sí mismo cuando Harry hizo el raro movimiento para tocarlo primero. —No —dijo—. Pero me temo que puede que estés a punto de estarlo. Necesito hablar contigo en privado, Draco.

Aun no seguro de qué se trataba, Draco asintió lentamente. —Nadie debería estar en los rincones más alejados de la biblioteca a esta hora de la tarde.

Harry suspiró. —Me temo que eso no funcionará. Una habitación realmente privada, Draco.

—¿Por qué?

—Podrías... gritar.

Draco relacionó la mirada amable en los ojos de Harry junto con su comportamiento entonces. El idiota estaba por hacer otro sacrificio. Él estaría convencido de que era por el bien de Draco, por supuesto, fuera lo que fuese. Probablemente tenía la intención de terminar su amistad, o retroceder en el intercambio de cosas con Draco.

Libertad sin paz (Sacrificios 04)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora