Libertad sin paz (Sacrificios 04)

Un Señor Oscuro llegará en cualquier minuto

Capítulo 38: Un Señor Oscuro llegará en cualquier minuto

Albus miró hacia abajo desde la ventana de su oficina, encantado de reflejar la vista de la puerta a través de los jardines de rosas como lo hacía en ese momento, y esperó, y esperó.

Había pensado en hacer venir a Lily a la escuela mucho antes, pero no fue hasta que comenzó a escuchar con seriedad las barreras de Hogwarts, que usualmente ignoraba a menos que hubiera una razón difícil para no hacerlo, que se dio cuenta de la oportunidad. La visita de Lucius Malfoy era perfecta. Había notado cuando los magos Oscuros visitaron a Harry en la noche de Halloween, pero no se molestó en escuchar sus conversaciones a través de las barreras, seguro de que solo escucharía los juegos Slytherin que jugaban con el pobre chico desprevenido. Pero cuando las barreras le informaron que Harry y Draco Malfoy estaban hablando de la segunda visita de su padre, el interés de Albus había llegado a su punto máximo.

Entonces Draco, en una conversación privada con Severus, había mencionado que Lucius esperaría fuera de la puerta en los jardines de rosas que había utilizado cuando era estudiante en la escuela, y que estaría allí la noche del Baile de Yule.

Albus había visto su oportunidad.

Le había pedido a Lily que le enviara una carta a su hijo, con una advertencia si se hubiera tomado la molestia de leerla, pero sospechaba que Harry no lo haría—y aunque lo hubiera hecho, su única posibilidad de evitar este enfrentamiento habría sido ir con el Director de inmediato y en su lugar a la oficina de Albus. Le había dicho a Lily que esperara en la puerta del jardín de rosas hasta que Harry apareciera, para proporcionar una barrera entre ella y Harry que permitiera que el ritual de justicia tratara de evitar que se vieran. Harry eliminaría la prohibición para que él y Draco pudieran atravesar la puerta, y el resto sería lo suficientemente simple.

Lucius, mientras tanto, estaba algo ocupado con los árboles del Bosque Prohibido, que Albus había revivido inesperadamente cuando pasó junto a ellos—tales hazañas no estaban más allá del Director de Hogwarts, aunque lo cansaban y prefería cumplir sus fines a través de sutiles medios—y no estaría en camino por un tiempo. Severus había aceptado dejar que Harry fuera solo a la reunión.

Albus no había previsto que el joven heredero Malfoy estaría con Harry, de alguna manera había pasado por alto ese detalle, pero no dejaría que eso le molestara. Harry no tendría otra opción que hablarle a Lily ahora.

Y cuando escuchara lo que tenía que decir, tampoco tendría opción de rendirse.

Albus se reclinó, apretó su control sobre los árboles y observó el drama que se desarrollaba a continuación, que cambiaría y afectaría el destino del mundo mágico al llevar a Harry más cerca de la Luz.

*

Harry sintió su corazón latiendo tan fuerte que tembló. No podía moverse, no podía pensar en qué hacer, no podía concentrarse en nada más que la sensación de su corazón en sus oídos, era tan abrumador.

Luego sintió una segunda sensación—la mano de Draco se deslizó entre las suyas.

Y a pesar de que hubiera preferido enfrentar a Lily solo, en su miedo a lo que surgiría ahora, Harry tomó la mano y se echó hacia atrás.

—¿Harry? —la cara de Lily permaneció grave y silenciosa mientras sostenía el globo más alto para poder verlo, pero su voz se hizo eco de su decepción—. ¿No estás feliz de verme?

Harry tragó saliva, con la intención del gesto de tomar su nerviosismo con eso. No creía tener éxito, pero sólo sonaba como si le hubieran dado una patada en el estómago cuando hablaba, en lugar de medio destriparlo. —No particularmente, no. Dije que nunca más quería volver a comunicarme contigo. ¿Cuánta más pistas necesitas?