Libertad sin paz (Sacrificios 04)

Interludio: Y luego hubo más cartas

Interludio: Y luego hubo más cartas

31 de julio de 1994

Potter:

Debo felicitarte por encontrar una forma original de tratar de matar a tu hijo. Muy ingenioso, realmente, hacer que emplee su magia fuera de las barreras de la casa de la que estás tan orgulloso y luego dejarlo ir solo a encontrarse con los goblins y los Mortífagos.

¿Mortifagos? Dirás. No lo envié a encontrarse los Mortífagos.

Sin embargo, los Mortífagos estaban allí, y lo encontraron. Evan Rosier usó la Maldición de la Sangre Ardiente sobre él. Si prestaste atención durante la Primera Guerra, habrás oído hablar de esta maldición y sus efectos. Por supuesto, debo concluir que nunca prestaste atención durante la Primera Guerra, ya que de lo contrario, hubieras prohibido a Harry salir de Lux Aeterna mientras hubiera alguna posibilidad de que los Mortífagos estuvieran cerca. Eso requeriría que tengas un poco de sentido común y un poco de amor por el niño, también, pero el poder de observación debe ser lo primero.

Harry hubiera muerto si yo no hubiera estado allí. Lo fui a buscar, lo llevé a Spinner's End conmigo, le salvé la vida y lo traje a Hogwarts.

Él está a salvo ahora. Estará a salvo mientras esté conmigo. Él nunca estará a salvo mientras esté contigo. Se quedará conmigo el resto del verano. Dumbledore no interferirá, y tú lo sabes.

Si te comportas, puedo permitirte visitar mi sala una o dos veces antes de que comience el período.

Profesor Severus Snape.

*

1 de agosto de 1994

Snape:

Me alegra saber que Harry está a salvo. Siempre me alegra saber que Harry está a salvo, sin importar qué pienses de mí.

No lo habría dejado ir solo a encontrarse con los goblins, pero él insistió. Dijo que le habían dicho que no se reunirían con él si venía con otro mago, y dado que parece tan decidido a ser vates, cedí. No pensé en las consecuencias de su estallido de magia. No creía que fuera tan fuerte que los magos Oscuros pudieran encontrarlo a docenas o cientos de millas de distancia.

Yo soy su padre, Snape. Si voy al Ministerio y te desafío por el control legal de él, ¿quién crees que ganará?

Aceptaré que Harry necesita descansar, probablemente por hoy, así como por el tiempo que pasó contigo ayer. Mañana, iré a buscarlo, y espero que me devuelvas a mi hijo, vivo e ileso.

James Potter,
Maestro de Lux Aeterna.

*

1 de agosto de 1994

Potter:

No te estás comportando. No verás a Harry mañana, o por lo menos durante una semana, a menos que te pida verte. E incluso entonces, supervisaré las reuniones.

Deberías haber pensado en las consecuencias de dejarlo solo, Potter. No lo hiciste, y lo lamentas. ¿No es eso lo que siempre dices? Siempre llegas demasiado tarde, después de que tu esposa lastimó a Harry, después de que Dumbledore lo lastimó, después de que tu amigo Black lo lastimó, después de que los Mortífagos lo lastimaron, y lloras una disculpa. Eso no es suficientemente bueno. Lo que Harry necesita es un guardián que pueda seguirle el ritmo y al menos tratar de entenderlo, y tampoco estás preparado para hacerlo.

Harry todavía está dormido. Cuando se despierte, tengo la intención de hacer de este el verano más feliz que haya pasado. No es que eso sea muy difícil.