Holii! Antes de dejaros con el siguiente capítulo, quería deciros que he creado un nuevo apartado, donde escribiré One-shots de toda clase, entre ellos, obviamente, Wigetta~
Además podéis recomendarme parejas, de las que queráis leer y lo tendré en cuenta.
¡Muchas gracias por leer cada vez que actualizo y por darme vuestro apoyo!
Os adoro demasiado. *-*
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Guillermo.
Mi padre fue a abrir la puerta, encontrándose con el resto de la familia De Luque. Bueno, resto... ¿Habían un millón de personas atravesando la entrada? No había espacio para tanta gente, ¿no?
Los que estaban sentados -menos yo, que permanecí en el mismo sitio por quedarme pasmado ante la multitud-, se levantaron para saludar a su gente, que sonreían a cada persona que iban saludando.
Terminé por ponerme en pie y acercarme a los recién llegados para que me presentaran, de lo cual se encargó Samuel. Mi Samuel.
Nos dirigimos de vuelta a la mesa y nos sentamos en nuestros respectivos asientos. Como no habían suficientes sillas en el salón, mi padre fue a por unas cuantas más que aún guardábamos en una de las habitaciones. Cuando volvió, el resto pudo sentarse y seguir con la charla que mantenían entre ellos.
Palabras, risas y más risas, eran todo lo que se oía en esas cuatro paredes.
Era nochebuena, y aunque no me aburría, lo único que quería era pasar un rato con el chico al que no dejaba de mirar en toda la noche.
Intentaba llamar su atención de todas las formas posibles, pero no lo conseguía, hasta que sus ojos pasaron por mi figura y pude hacerle un gesto para llamarlo, mientras me dirigía a mi habitación, esperando que él me siguiera.
Me senté sobre mi cama, sin desviar la mirada de mis pies. Me sentía nervioso. Siempre me sentía así cuando se trataba de Samuel.
Nuestra relación no es que fuera muy estable, ni siquiera podía afirmar si se podía considerar como tal, no nos veíamos demasiado, y cuando lo hacíamos hablábamos un poco, con suerte había algún que otro beso y mucho era eso. Sabía que él estaba mal por la pelea con mi padre, además de que a veces se sentía bajo presión por mi culpa, ya que me quejaba bastante cuando hablábamos por whatsapp, no quería hacerlo sentir mal, pero a veces lo hacía sin darme cuenta.
La puerta de mi cuarto, la que había dejado encajada, se abrió lentamente. Sonreí mirando a la puerta, esperando a que entrase. La cabeza de mi padre se asomó por el espacio abierto, mirándome extrañado. La sonrisa se borró de mi rostro, volviendo a bajar la mirada al suelo.
-¿Te pasa algo, hijo? -Abrió la puerta del todo, sin saber si entrar o quedarse donde estaba.
-Sí... Es sólo que me agobio con tanta gente.
-¿No quieres estar con Samuel y su familia? -Me pareció escuchar a mi padre resaltar el nombre de él. ¿Qué esperaba conseguir con eso?
-¿Por qué querría tal cosa? -pregunté, disimulando no estar nervioso, lo cual era evidente. Las piernas empezaron a temblarme un poco. Yo observaba a mi padre en la distancia. Él parpadeó un par de veces y añadió lo siguiente.
-Creí que te caía bien. -"Ya, claro. Finge que no sabes nada, papá. No se te da nada mal"
-Y es así, pero no sé qué tiene que ver. -Seguía respondiendo, al mismo tiempo que en mi cabeza las palabras "Vete ya, papá" se repetían continuamente. "¿Quieres irte de una vez? Si no desapareces de mi habitación, Samuel no querrá venir" Pero, seguramente eso es lo que planeaba. Aunque no importaba demasiado, tardara lo que tardase tenía que ir de vuelta con los invitados, ya que es él, el responsable y dueño de la casa.
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Wigetta: Más allá
FanfictionGuillermo, un chico joven de veintiún años -el cual iba a la universidad, situada a unos novecientos metros de su casa-, se sentía extremadamente atraído por el compañero de trabajo de su padre, Samuel. Julio, el padre del universitario, se reunía a...