Arthel, Sorzen e Hydreth se encontraban siguiendo los pasos de la profesora Ashes, caminando por los apacibles terrenos de la Academia Plateada en dirección a un lugar conocido como "arboleda plateada".
En cuestión de minutos, el grupo de cuatro pokémon se habían ido aproximando al vetusto muro de piedra que demarcaba los límites de su institución. A diferencia de la parte delantera del recinto donde el muro estaba limpio y bien cuidado y tenía una altura mas bien mediana, aquí tenía un aspecto mucho mas imponente, agreste y algo descuidado, como el resto del terreno de esta zona. El muro era mucho mas elevado, superando fácilmente los dos metros de altura. Hojas secas y arbustos se amontonaban en torno a las gruesas piedras y sobre en varias de ellas se apreciaban parches de musgo y una que otra grieta.
En medio de esa pared de piedras encontraron una puerta discreta, casi imperceptible gracias a un frondoso arbusto que la cubría parcialmente. Por su aspecto mas parecía tratarse de una trampilla secreta que de una puerta de uso habitual.
—Jamás había visto esta puertecilla— comentó Arthel maravillado y confundido a partes iguales —¿Siempre ha estado aquí?
—Yo había escuchado rumores...—respondió el otro tipo agua— Se habla de que existen muchos pasajes secretos que te permiten moverte por la zona y explorar los alrededores de la academia sin tener que pasar por el portón principal.
—Uy, ¿no la conocían? Vaya... —comentó Ashes un poco avergonzada y agachando sus orejas. Evidentemente había metido la pata. No se suponía que le mostrase tan alegremente a los jóvenes un secreto como ese—. Pensé que todo el estudiantado ya conocía esta salida... Me olvidé que ustedes solo llevan un par de semanas en la Academia.
—¡No se preocupe profesora, no le diremos de esto a nadie! —prometió Hydreth guiñando un ojo a sus compañeros y tranquilizando a la tipo fuego.
—Se los agradecería. No sería bueno que los mas jóvenes se escabullan de la Academia sin pasar por el portón principal. Podría ser bastante peligroso. En fin, henos aquí. Del otro lado de esta puerta estaremos fuera de los terrenos de la institución.
Sin decir nada mas, la Flareon apartó a un lado la trampilla con su cabeza y les hizo una seña a los muchachos para que la siguieran. Hydreth pasó el primero, seguido de Arthel y Sorzen. Del otro lado les esperaba un típico sendero montaraz. Las ramas de los oscuros árboles se mecían suavemente a ambos lados del camino, y en conjunto, ofrecían un aspecto bastante sombrío. Sorzen no pudo dejar de notar las similitudes de aquel lugar con su natal bosque de Bergrim. Todavía algo apenada, la tipo fuego encabezó la marcha.
—Entonces... ¿Arboleda plateada? —inquirió Arthel con genuino interés a la Flareon que marchaba frente a ellos con un destello de emoción en su mirada— ¿Eso queda muy lejos?
—No, para nada. No esta muy lejos de aquí—comenzó a responder Ashes un poco sorprendida del inesperado interés del tipo agua— No serán mas de treinta minutos de viaje a velocidad de caminante. Es por donde comienza la ruta de ascenso al monte del "Capitán". ¿Acaso no lo sabías?
—No, la verdad no... ¡Pero ahora ya no lo olvidaré!
A pesar de que desde el primer día sintió curiosidad por saber que habría mas allá de los terrenos de la academia plateada, los sucesos relacionados con el secuestro de Sorzen, los trabajos voluntarios que debía cumplir el alumnado, así como las propias clases (y sin mencionar el último encontronazo con los alumnos de cierto club), le habían hecho olvidar por completo el averiguar mas al respecto. Sin embargo, viendo que ahora tenía la oportunidad perfecta para enmendar su descuido, el Mudkip no se contuvo ni un instante mas antes de dar rienda suelta a su curiosidad.
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Pokémon Ausvandel: La academia Plateada
PertualanganEn una región habitada solo por las fantásticas criaturas conocidas como Pokémon, un joven Mudkip sueña con convertirse en un valiente aventurero y explorador. Para lograr ese objetivo, se dirigirá a la prestigiosa Academia Plateada, donde podrá ap...