Capítulo 23: ¿Llegamos tarde?

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Nolmaria

La luz del sol del amanecer cubría los tejados del poblado de Nolmaria.  Sus habitantes más madrugadores ya se dirigían a los campos para atender sus cultivos mientras otros comenzaban a preparar su desayuno. 

Arthel y Sorzen, ya levantados, habían abandonado el sitio donde durmieron y se dirigían a la cafetería donde les habían ofrecido algo de comer. El Mudkip tenía una notorias ojeras y su mirada revelaba que apenas había dormido por un par de horas.

—¿Así que te quedaste charlando con un Linoone? —preguntó Sorzen a su amanecido amigo. Arthel asintió con una incómodo sonrisa.

—Si... Necesitaban mi testimonio de lo sucedido, así que le comenté todo lo que pasamos ayer.

—¿De todo?

—Si, todo... —dijo Arthel bajando la voz y recordando cierto detalle que había comenzado a causarle curiosidad. Intentando buscar las palabras adecuadas para expresarse, Arthel se dirigió al Snivy.

—Sorzen, amigo, ¿puede preguntarte algo?


El Snivy asintió y se acomodando su bufanda mientras tanto. 

—¿A que se refería Moult con eso de "príncipe"?

Sorzen se detuvo en seco, apretando su bufanda entre sus manos y temblando levemente.

—No te sientas presionado a responder ni nada. Solo es curiosidad, eso todo —se apresuró a decir Arthel a un todavía perplejo Snivy, a quien le tomó un par de segundos procesar la pregunta, antes de finalmente dar un hondo suspiro y mirar a su compañero a la cara.

—Bueno, ya había pensado que algún día podría suceder algo así, pero no pensé que sería tan pronto —reconoció Sorzen en voz baja—. Verás, Arthel, yo...

—¡Pero si son Arthel y Sorzen! ¡Que alegría verlos! —exclamó de pronto una voz femenina.

Sorprendidos, ambos jóvenes se giraron para encontrarse con una Mienshao acompañada de una Fennekin, un Sandshrew y de un Murkrow.

—¡Profe... Profesora Kuvira! —dijo Arthel verdaderamente sorprendido, olvidándose por completo la conversación con Sorzen y poniéndose levemente sonrojado.

—¿Están bien?¿No están heridos ni nada? —preguntó la tipo lucha con preocupación.

— Que bueno ver que ambos están bien —les saludó Trucy mientras abrazaba al Snivy y al Mudkip con alegría. Por su parte, Sattler les dio un amistoso apretón de manos y Hank les dedicó una leve inclinación de cabeza.

Unos minutos mas tarde, todos se encontraron reunidos en una rústica mesa de madera y charlando sobre lo sucedido el día anterior mientras bebían una taza de té en la cafetería de los cuarteles. Arthel acababa de relatar el enfrentamiento que habían tenido el día anterior contra el Obstagoon, sorprendiendo mucho a Trucy y Sattler.

—Ese tal Moult suena como un tipo bastante duro. Me sorprende que lograran derrotarlo ustedes solos —reconoció el Sandshrew no muy convencido.

—¡Claro que lo derrotamos! ¿Verdad Sorzen?—aseguró el Mudkip.

—Bueno, si, lo derrotamos, pero fue solo por un golpe de suerte —admitió el tipo planta—. El estado de confusión que le indujimos fue la clave de nuestra victoria.

—Confuso o no, el caso es que le derrotamos. Aunque debo admitir que fue el combate mas intenso que he tenido en mi vida.

—No es para menos. Ese tipo si que era un criminal de los peligrosos —interrumpió Hank— hace muchos años que se le busca en Nolmaria por sus constantes crímenes. Miren, aquí tengo su expediente.

Pokémon Ausvandel: La academia PlateadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora