Estoy en la habitación de Gaeko con ella... ¿Por qué siempre me tienen que pasar este tipo de cosas? Empieza a traumatizarme este tipo de situaciones. Tengo miedo de salir del rincón en el que estoy hecho un ovillo por miedo a toparme de nuevo con el mundo real.
Gaeko está empeñada en liarse a tiros con su padre. Nunca la había visto furiosa, ni mostrando ningún otro tipo de emoción y, no sé de qué tengo más miedo, si de lo que pueda hacer Gaeko o de lo que pueda hacerme Leónidas y Yotsuro si todo falla.
- No te preocupes Kioshi, mi madre me ha dicho que hablará con mi padre... – me dice Gaeko empuñando su pistola – Si ella no es capaz de controlarlo le volveré a disparar con el doble de potencia. – agacha la mirada – No me puedo creer que haya traído hasta aquí a Yotsuro... - murmura.
Miro la pequeña mancha de sangre que tiene el vendaje que abarca todo mi pecho y me arrepiento de no haber aprendido una aptitud que me cure constantemente. Los sanadores de palacio no me han podido curar más por el Dendium, al parecer las heridas producidas a un elfo por ese metal es como si fuese un veneno... Me toca esperar y que cure por completo con calma... ¡Cómo escuece!
Llaman a la puerta. Gaeko abre y escucho la voz de una mujer que nos convoca a la sala del trono, a los dos... No quiero ir... Tengo miedo.
Sentí una mano en el hombro.
- ¿Acompañas a esta joven indefensa? – dice Gaeko.
¿Joven indefensa? La miro. Me mira y... Ah... Dichosa Gaeko, sabe mis puntos débiles. Me levanté y la acompañé, aunque no sé muy bien si la estoy acompañando para evitar que le pase algo o para evitar que mate a alguien mientras ella no está...
Joder, qué tensión. Con cada sirviente con el que nos topábamos me ponía en modo de combate por miedo a que fuese otra trampa y la compañía de Gaeko no ayudara... no sé por qué le ha dado ahora por andar como si fuese una pandillera...
Llegamos a la sala del trono... Gatherin está en pie frente a Leónidas y Yotsuro, pero ellos están de rodillas, dándonos la espalda. Cualquiera que no supiese quién es el rey diría que estaba presenciando una posible ejecución... ¿Qué le ha dicho Gatherin? ¿Qué ha hecho para que estén de rodillas?
Sorprendentemente no hay ningún guardia en toda la sala... Espero que eso sea señal de algo bueno, aunque echaba de menos la presencia de Osean... Nada más quedar frente a la reina, ambos se levantaron; Yotsuro con total calma y fluidez, mientras que Leónidas parecía cargar con el peso del mundo, literalmente... Cada pelo de su melena estaba mirando hacia el suelo, como si se hubiese echado un cubo de agua encima, pero estaba seco. Sus músculos estaban tensos en todo momento, incluso cuando parecía estar quieto. Se sentía pesado.
- ¿Para qué queréis vernos? – dice Gaeko con desconfianza.
- Estoy dispuesto a escuchar al elfo. – dice Yotsuro totalmente tranquilo.
Se produjo un silencio incómodo.
- ¿Cariño? – pregunta Gatherin mirando a su marido.
Con una simple mirada de su mujer, el suelo que había alrededor de Leónidas se quebró de golpe, como si le hubiese caído cientos de toneladas de golpe. Leónidas tuvo que apoyar una rodilla en el suelo para aguantar la presión...
Esto es... ¿Acaso Gatherin es una especie de psíquica? ¿Acaso tiene la capacidad de controlar algo similar a la gravedad? Y yo que pensaba que al que le tenía que tener miedo era a Leónidas y va a resultar que su esposa era la que daba más miedo...
- Sí... yo también... - parecía que le costaba hasta mover la boca.
- Te pido disculpas en nombre de los dos. – comienza a decir Gatherin – No es de buena educación que el anfitrión intente matar a su huésped y más cuando este es el prometido de nuestra hija. Espero que esto no haga que te la lleves para siempre... Te daremos lo que quieras, haremos lo que quieras, pero por favor, todo menos eso.
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¿Un mundo de fantasía sin un Rey demonio?
FantasyKioshi es un chico impopular que decidió dedicar su vida a la enseñanza infantil para poder tener una historia de amor con una hermosa profesora. Nada de eso sucedió ya que murió nada más graduarse y se reencarnó como elfo en un mundo de fantasía. G...