La verdadera iglesia

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Mientras Kyoko dormía, yo me fui a ver ese orfanato y le dejé una nota en la que puse "he ido a comprar, no tardaré". Me hubiese gustado que me acompañase y no dejarla sola, pero entrar en ese orfanato... es como pedirme a mí que vuelva a Hitoriko...

¿Qué baza debería jugar? ¿Alguien adinerado que quiere adoptar? ¿Un profesor que quiere enseñar gratis? ¿O un ricachón que quiere donar dinero para acallar su conciencia?

Cuando llegué al edificio vi que se trataba de un orfanato de la iglesia de Circe... ¿por qué será que no me extraña? Ya lo pensé en un inicio y encontrarme con esto no hace más que fortalecer ese pensamiento.

Al final opté por la opción de ser un ricachón que quería donar dinero. Estuve hablando con un hombre amable que me estuvo preguntando principalmente que quién era, la fuente de mi dinero y a qué me dedicaba. Todo esto me lo dejaba caer de una forma muy sutil, se notaba que no podían rechazar el dinero.

Me hubiese gustado hablar con la persona que estaba a cargo, pero había salido por un asunto urgente... Pude hablar con los niños a solas. Se sentían muy libres y cercanos a la hora de hablar conmigo y por eso pude preguntarles lo que había venido a buscar, además de otras preguntas para camuflarlo un poco.

En el momento que uno de los críos dijo "hace días que no vemos a Kyoko" pude descubrir que, hasta el momento, no me había mentido. Por lo visto, no la veían tanto como a los demás, no siempre comía con ellos, y no todos los días salía a jugar con el resto. Les pregunté por su habitación y ninguno supo decirme dónde dormía por las noches.

Dejé cien mil circenios como un adelanto de lo que iba a donar... No me hace gracia dar dinero a gente que sé que trata mal a los niños, aunque con los que hablé no parecían estar molestos con sus cuidadores... ¿Qué tenía Kyoko de especial? ¿Qué había hecho para apartarla y tratarla así? Debo volver y pensar en si debo hacer algo con ese sitio o simplemente deba olvidarme...

Creo que lo mejor sería irme, sin más, pero me pica la curiosidad demasiado. ¿Debo entender que los hombres que la perseguían eran cuidadores a los que no había visto? ¿Acaso tienen una cárcel bajo tierra donde guardan a los niños? Pero si ese fuese el caso, me habrían hablado de ellos... o no... Qué complicado es tomar una decisión así...

Finalmente llego a la habitación. Kyoko no está y veo una nota sobre la cama... ¿me habrá copiado la idea? Por favor, que no haya ido a la tienda esa a mirar algo que quiera que le compre...

"Antiguo puesto de avanzada. Sal por la puerta principal y mira a tu izquierda, tus ojos de elfo la verán sin problema. Date prisa o Kyoko sufrirá"

...

Arrugo la nota. Respiro con fuerza y me contengo para no destrozar la habitación. ¿Cómo la han encontrado? ¿Acaso en ningún momento nos han dejado de seguir? Estoy convencido al cien por cien que eso es una trampa, pero le di mi palabra que no iba a dejar que nadie más le hiciese daño...

Me fui, corrí por toda la ciudad, salí por la puerta principal y, en efecto, vi un edificio abandonado a lo lejos.

Aguardé en la puerta y me concentré para escuchar el interior.

- ¿Cómo estás tan seguro de que esto va a funcionar? – dice un hombre.

- Hazme caso. Un elfo jamás dejaría escapar a una niña como esta. – dice otro hombre.

- Pero sigue sin tener sentido. Nosotros fuimos testigos de lo que sucedió. Se conocen de un día, ¿quién se la jugaría por alguien que acaba de conocer?

- Oye, ¿no crees que si no estuviese seguro habría hecho esto? Umeko sabe de lo que hablo. Tú limítate a estar preparado cuando él venga.

¿Un mundo de fantasía sin un Rey demonio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora