Volví a la clínica sin problemas, pagué al médico y cuando hizo llamar a un clérigo para que curase a Selin, me topé con el mismo hombre con el que estuve hablando en el gremio.
Aquel día hice tiempo dando una vuelta por el pueblo; yendo a comprar un poco de ropa, dándome un baño solitario y, finalmente me acerqué al puesto de guardia e hice entrega del pago por el arreglo de la celda. Médico, clérigo, ropa, baño y reparación de la celda: otros cien mil se esfuman...
En el tiempo que Selin tardó en despertar no pude evitar pensar en qué debió de pasarle para querer enfrentar al golem ella sola. Parecía muy seria y muy entregada, como si estuviese buscando venganza, ¿perdería a alguien la primera vez que se enfrentaron? ¿Algún compañero o familiar? Sería lo más normal en una historia de este estilo. Me gustaría saber qué sucedió, haré un esfuerzo por tocar el tema con tacto.
Al fin despierta. Parece que tiene mejor aspecto, incluso se incorpora en la cama y se sienta. Ahora que no tiene la armadura puesta puedo ver varios moratones en su piel.
- Siento haber roto mi promesa. – me disculpé.
- Lo que importa es que le derrotaste. – parece muy seria.
- No volverá a causar más daño a ti ni a nadie. – se produce un silencio – En el gremio me han contado que llevas mucho tiempo preparándote para eliminar a ese monstruo; pensaba que tu objetivo era el de saldar tus deudas.
- Y no te mentí... Yo antes tenía una compañera, pero después de luchar contra aquel golem... Hace un año se descubrió un pasaje secreto en esas ruinas y yo fui la primera en enterarme. Sabía que estaba custodiado y no dudé en ir con mi hermana. – así que fue su hermana la que murió.
Me siento en la cama, a su lado, quiero pasarle el brazo por su espalda y que vea que no está sola, que puede contar conmigo, pero todo queda en un amago... no me atrevo.
- Nuestra derrota fue inevitable. No nos dejaba de seguir, no nos dejaba entrar al pasaje... tras aquel suceso me quedé sin la recompensa y sin compañera de aventuras.
- Siento mucho lo de tu hermana.
- No pasa nada. Ahora está en un lugar mejor.
- Espero que el más allá la traten bien.
Me está dando mucha lástima...
- ¿El más allá? No. – noto como su tono de voz cambia, ahora parece más despreocupada - Me abandonó al enterarse que nos habíamos enfrentado a ese golem porque compré un sillón masajeador y debía varios plazos de cuota... Todavía no sé por qué se enfadó tanto, pero tras eso se marchó a trabajar a las filas del rey y me dejó sola.
- ¿Ah?
¿Estoy soñando? ¿Dónde está la historia trágica en la que pierde a su hermana? ¿Dónde está la lástima que estaba sintiendo por esta chica?
- Me fortalecí todo lo que pude y cuando quise volver a las ruinas me enteré que unos ladrones ya se habían llevado todo el tesoro que guardaba el golem. – noto que empieza a lloriquear - ¿Te lo puedes creer? Mi hermana me abandonó y me dejó al cargo de una deuda que no podía pagar. Necesitaba mi venganza y la recompensa.
Me levanto despacio, la agarro de los hombros...
- ¡¿En qué demonios estabas pensado?! – empiezo a zarandearla sin descanso.
¡Devuélveme a la Selin con la que me quería casar! ¡Devuélveme mi esfuerzo por tocar este tema con tacto! ¿Dónde está esa inteligencia, ese valor y todo aquello que me hizo respetarla? ¿Qué le pasa a esta mujer? ¿En serio ha arriesgado su vida para pagar un sillón y le echa la culpa a su hermana porque no la ayuda a algo que se ha buscado ella misma? ¿Y encima llora? ¡Devuélveme a la Selin perfecta!
- ¡Has estado a punto de morir por un simple sillón!
- No era un simple sillón – me dice con dificultad... Dejo de zarandearla. – Lo necesitaba por encima de cualquier cosa.
- Ah... - doy un largo y pronunciado suspiro.
Me pregunto cómo ha sobrevivido todo este tiempo... Joder... siento la imperiosa necesidad de acompañarla en sus aventuras para que no muera inútilmente y a la vez golpearla hasta que espabile.
- Kioshi. – noto que vuelve a hablarme con un tono serio y firme.
- Qué. – la miro y está totalmente seria.
- Gracias por sacarme de allí.
- Lo que hay que aguantar... ¿Qué esperabas que hiciese en esa situación? Estás viva porque me salvaste y me llevaste contigo.
- Es evidente que hacemos un buen equipo.
Creo que tenemos dos visiones diferentes en cuanto a eso.
- ¿Ya fuiste al gremio? ¿Te pagaron el millón? – me dice de forma interesada.
No quiero decirle que me han dado dos millones. Ya me ha quedado claro que es de esas personas que se gasta dinero que no tiene y no quiero que malgaste el dinero de nuevo.
- Aquí tienes tu millón. – le entrego la bolsa – No lo gastes en tonterías.
- Deberías quedarte con la mitad. – me dice.
A pesar de sus motivos y de sus deudas absurdas es justa y generosa... y eso hace que me sienta como la mayor escoria del mundo... ¡Ah! ¡Me siento como un maldito ladrón! Puede que sea un poco caprichosa y despreocupada, pero eso no me da derecho a mentirle, aunque sea por su seguridad.
Le doy la otra bolsa con el millón.
- ¿Ah?
- Me han dado dos millones al final.
Selin abre la bolsa y veo cómo su expresión se torna en la más profunda felicidad. Me lanza una mirada gatuna... creo que está a punto de lanzarme flores...
- ¿Me querías robar?
Le doy un capón. Se toca la cabeza mientras se queja.
- Me han dado doscientos mil más, pero yo también tengo deudas, aunque solo lleve aquí un día...
- Lo sé... - se ríe con una pequeña sonrisa - Tienes una costumbre muy mala de presentarte a la gente... Exhibicionista.
¿Ah? ¿Se está riendo? ¿Acaso se está burlando de mí? ¡No le debería haber dado el dinero!
Empiezo a forcejear con ella y... ¿cómo puede tener tanta fuerza para proteger el dinero?
- ¡Devuélveme mi parte! – ¡quiero mi dinero!
- ¡No!
- ¿Qué ha sido de mi mitad?
- Ya la gastaste en tus deudas.
- ¡Eso ni siquiera es un diez por ciento!
Se pega los sacos al cuerpo y se hace una bola, pero eso no me impide agarrar finalmente una de ellas y tirar con fuerza. ¡Ajá! A fin la ha soltado y... ¿qué es este tejido que trae consigo el saco?
Miro a Selin y veo que ya no lleva su camisa y mi mirada se queda clavada en su sostén azul celeste. Por primera vez en mi vida tengo unos pechos semidesnudos tan cerca mía... Se ven mucho mejor que en una pantalla. La forma perfecta, la voluminosidad... podría incluso tocarlos si quisiese...
- ¡¡¡IAH!!!
Escucho un fuerte grito y veo cómo la cara de Selin está totalmente roja. Lo último que recuerdo fue recibir un puñetazo en la cara y caer inconsciente. Creo que he encontrado mi color favorito en este mundo... azul celeste. Ha merecido la pena.
ESTÁS LEYENDO
¿Un mundo de fantasía sin un Rey demonio?
FantasíaKioshi es un chico impopular que decidió dedicar su vida a la enseñanza infantil para poder tener una historia de amor con una hermosa profesora. Nada de eso sucedió ya que murió nada más graduarse y se reencarnó como elfo en un mundo de fantasía. G...