Menudo trato...

54 15 5
                                    


No sé cuántas veces he pensado en lo que me hubiese gustado quedarme una temporada en Ilume antes de partir, pero todos sabíamos que eso era imposible... ni tampoco sé muy bien lo que piensa Umeko, desde que se enteró de la noticia de su iglesia ha estado muy callada para lo que es ella. No sé si se está replanteando la vida, sus creencias o... espero que no nos abandone y mucho menos ahora...

Nada más llegar a la ciudad, en pleno día, las chicas se fueron a la casa a poner todas sus cosas en orden y a preparar una lista de cosas necesarias para comprar. Yo me fui directo al gremio. Quería ver a todas mis queridas waifus antes de marcharme y, si tenía la mala suerte de que no podía verlas en estos últimos días, dejarles una carta...

- ¿Qué tal se ha dado este viaje? – preguntó Vewel al otro lado de la ventanilla.

- Prefiero no hablar de eso... - digo con mi cara de total decepción.

- ¿Tan mal ha ido?

- Prefiero no hablar de eso... - repito.

- Vaya... espero que la noticia que tengo que darte te anime.

- ¿Estel está por aquí?

- La hija del jefe se marchó ayer de retiro junto a sus hermanas y su padre. - ¿por qué tengo tan mala suerte?

- ¿Y Dara?

- Creo que se marchó con ellas. – ¿por qué tiene pinta de que eso va a acabar muy mal?

- ¿Sabes si alguna volverá en los próximos días?

Vewel se encogió de hombros y negó levemente con la cabeza.

- Ya sabes más que nadie que cada viaje es un mundo. ¿Es algo urgente?

- Prefiero no habla de eso. – repito por tercera vez entre lágrimas.

- ¿Estás bien?

- No... ¿Cuál es esa noticia que me va a alegrar?

- ¡Oh! El otro día vino Riuk preguntando por ti. Le dije que estabas de misión y que no sabía cuánto podrías tardar. Ese hombre parece muy considerado y dispuesto a cumplir con el favor que le estás pidiendo a la iglesia, en vez de irse se quedó en una posada cercana a tu casa. ¿Quieres que le avise?

Pe... pero... ¡¿Dónde se supone que está la buena noticia ahí?! ¿Y mis días de ventaja? ¿Dónde están esos días que Álastar me prometió? ¿Por qué está Riuk tan cerca de...? ¡¡¡AAAAAAAH!! ¡¡Álastar dijo que, si el aura de Kyoko estaba a menos de cincuenta kilómetros, Riuk lo notaría!!

- ¿Kioshi? ¿Seguro que estás bien?

¡No podía perder más tiempo en el gremio! Me fui corriendo de allí a la máxima velocidad que podía, rezando para que Riuk no estuviese ni en mi casa ni cerca de Kyoko; que hubiese salido de misión o cualquier cosa que le mantuviese lejos de la ciudad.

En escasos segundos recorrí todo el trayecto hasta mi casa y abrí la puerta de golpe... Creo que me la cargué, pero... ¿qué más da ahora?

- ¡Chicas! ¡Kyoko! – grité, alterado.

Fui corriendo a la habitación de Kyoko, pero allí no había nadie. La escuché decir "voy" en la habitación de al lado, en la de Umeko... Estaba tan nervioso que no pude esperar. Abrí la puerta de golpe y me topé con Kyoko, a escasos centímetros de la puerta, dispuesta a abrirla. Por un momento sentí un gran alivio al verla, sana y salvo, pero cuando miré dentro de la habitación, pude ver a Umeko, en ropa interior blanca, con una mano extendida hacia el frente, como si hubiese querido impedir a Kyoko que abriese la puerta y yo... yo...

¿Un mundo de fantasía sin un Rey demonio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora