Lo sabía... ¡Si es que lo sabía! ¡Lira me ha frito el cerebro!
Cuando todo acabó, miré mis estadísticas de nuevo y mi inteligencia había subido a B+, pero esta vez no fue gratis... Adquirí la aptitud "Cerebro de golem". A partir de ese momento, mi inteligencia ya no podía incrementarse más, de ninguna manera.
No sé qué es peor si no volver a poder subir mi inteligencia o saber que Lira volverá a capturarme para darme otro intensivo que no sirva de nada... Al menos, me había vuelto inmune al control mental.
El día siguiente me encargué yo solo de los niños. Era un día especial y quería conocerles mejor. Los padres habían sido informados de que quería estar todo el día con ellos y Lira "me hizo ese favor". Los niños se asustaron cuando me escucharon decir "día completo en la escuela", pero cuando añadí que íbamos a conocernos, cantar y jugar, el susto de que fuese otra Lira se les pasó.
Una de las cosas que me preguntaba era por qué había tan pocos niños ya que en la fiesta que tuvimos hacía unas noches vi a niños correteando, niños que no conocía.
Kiara me contó que varios de esos niños habían dejado de asistir a clase por las enseñanzas tan... complicadas y al resto se les necesitaba obligatoriamente en el negocio familiar. Era una lástima que los niños se quedasen fuera, pero al menos así puedo practicar de forma oficial en una clase con pocos alumnos.
Nos pasamos el día jugando a juegos para conocernos mejor, dibujando y creando historias sobre nuestros dibujos, pero volvía a surgir el mismo problema que hacía unos días. Kaori parecía reservada y me recordaba un poco a mí cuando estaba en preparatoria. No terminaba de encajar con el resto de sus compañeros y eso lo notaba.
Finalmente llegó la tarde y solo quedaba un par de actividades que tenía preparado para los niños. Era un juego al aire libre, en el descampado pegado a la escuela, pero los niños no querían jugar a eso...
- Queremos jugar a "que viene el profe" – dice Kuro tirando de mi ropa.
- ¿No preferís este juego que os quiero enseñar? – pregunto.
- Queremos jugar a este antes. – dice Hiro.
- ¿Cómo se juega a "que viene el profe"?
- Usted se desviste y nosotros huimos del monstruo.
No me lo puedo creer. Mi exhibicionismo acaba de convertirse en una atracción para los niños... No puedo jugar a ese juego. Si alguien me viese estaría acabado.
- No puedo hacer eso. – contesté agachándome para quedar a la altura de los críos.
- ¿Por qué? Siempre lo está haciendo. – dice Hiro.
A veces duele tanta sinceridad e inocencia juntas... He notado cómo se me ha clavado una flecha en el pecho con esas palabras.
- Si me viesen vuestros padres así, tendría problemas. – argumento.
- ¿Por qué? Kiara dice que te ha visto muchas veces en ropa interior por su casa.
¡¡AAH!! ¡Estoy acabado!
- Vengaaaa... queremos jugar a ese juego. – insiste Kuro.
- Por fa – insiste Hiro.
- No puedo...
- Solo una vez. – me insiste Kiara mirándome con sus ojitos tiernos...
Ah... ¿Qué debería hacer? En realidad, es un simple juego. Si me doy prisa y los atrapo rápido no tiene por qué enterarse nadie. Estamos solos: Lira no está... ¿qué podría salir...? Uhm, casi acabo esa pregunta. Mal augurio.
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¿Un mundo de fantasía sin un Rey demonio?
FantasyKioshi es un chico impopular que decidió dedicar su vida a la enseñanza infantil para poder tener una historia de amor con una hermosa profesora. Nada de eso sucedió ya que murió nada más graduarse y se reencarnó como elfo en un mundo de fantasía. G...