Sobre el entrenamiento... solo diré que ha sido el mejor de mi vida. Me he quedado muy a gusto, me he desfogado, me he tranquilizado y he aprendido a activar la ira de Ares.
Pensé que Leónidas era un cabronazo, pero resulta ser que él sabía cuál iba a ser mi decisión desde el principio y decidió empezar a darme clases antes de empezar. Lo de Amanda solo fue para crear un motivo con el que ponerme furioso, para crear un recuerdo que me facilitase la activación de la ira de Ares. Ya claro... ¿me tengo que creer que lo hizo exclusivamente por eso? Estoy seguro que se quiso vengar de mí por todas las derrotas que ha acumulado contra mí.
Cuando me dijo que si hubiese elegido a Amanda en vez de la furia podría habérmela quedado para mí solo... ¿A quién quiero engañar? Sigo pensando que es un cabrón.
O sea que mis dos bazas para activar la ira de Ares son, recordar firmemente un recuerdo que me provoque ira o, básicamente que en pleno combate Bastet haga una de las suyas y me cabree. Siempre es bueno tener dos opciones por si una falla. Al fin sirve para algo más esa dichosa y sensual diosa.
Finalmente acabé despidiéndome de todos. He de reconocer que fue una despedida muy dura. Le deseé buena suerte a Gaeko y le insté a que me escribiese si necesitaba algo, aunque conociéndola, seguro que me manda un pájaro mecánico o alguno de sus inventos. Dichoso Leónidas... si no me hubiese tentado con Amanda no habría sido tan dura la despedida. La miré con ojos tristes y me despedí con un ligero movimiento de manos... Qué triste.
La cosa fue peor con el tiempo. Cuando llegué a mi casa, me tumbé en mi cama y me quedé mirando como un muerto el polvo que había en mi habitación; ese polvo que nadie lo iba a quitar... Quiero llorar...
Si no hubiese sido por la invasión de Kyoko en mi habitación me habría quedado ahí durante días pensado en todo lo que había podido tener. Pero bueno... ya tengo más poder para superar el desafío que me ponga el tal Ritu, Riul o como se llame.
- Kioshi. – contesto a Kyoko con un gruñido desganado.
Giro la cabeza para poder verla... Esa cara... Siempre tiene la misma expresión cuando está muy dispuesta a conseguir algo o a decir algo importante. ¿Qué querrá?
- ¿Qué pasa? – me levanto y me siento en la cama.
Abre la boca para decir unas palabras, pero se queda trabada. Vuelve a intentarlo y le vuelve a suceder lo mismo. Veo que su cara de determinación está cambiando por una mueca tímida.
Sin decir nada, saca de su bolsillo un pequeño estuche azul y cuadrado que cabe perfectamente en mi mano cuando me lo da.
Uhm... parece un estuche con... Lo abro. Nunca se me ha dado bien la joyería y tampoco me han gustado demasiado ese tipo de cosas, pero he de reconocer que el anillo que había en su interior tenía pinta de ser caro y... ese color... ¿es Mithril?
Lo saqué y me... Acabo de ver cómo el tamaño del anillo ha crecido hasta tomar un tamaño aproximado al de mis dedos. Un anillo mágico y de Mithril... espero no volverme invisible.
- ¿De dónde lo has sacado? – me intriga.
- Yo... - se sienta a mi lado - Bastet y yo estuvimos mirando todas las tiendas de anillos de la ciudad y no encontramos nada que me gustase, pero cuando tú estuviste con la princesa, en Saramia, encontramos un hombre que me hizo este anillo con parte del metal que me diste y lo encantó.
- Esto tiene pinta de ser muy caro. Cuando hice esos encargos para las armaduras... casi me arruiné.
- El hombre se quedó lo que me sobró del metal como pago.
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¿Un mundo de fantasía sin un Rey demonio?
FantasyKioshi es un chico impopular que decidió dedicar su vida a la enseñanza infantil para poder tener una historia de amor con una hermosa profesora. Nada de eso sucedió ya que murió nada más graduarse y se reencarnó como elfo en un mundo de fantasía. G...