Las dos hermanas

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Es el momento perfecto para huir de la ciudad. Umeko se ha ido de verdad y está buscando a Morin... Dichosa Umeko. Pensé que no sería de esas típicas celosas por mi éxito con otras mujeres. Incluso Kyoko es más madura que ella.

Fui a buscarla con la ayuda de Kyoko mientras Bastet holgazaneaba en la casa, ya que ese no era problema suyo... En serio, las cosas que gana por un lado las pierde inmediatamente por otro.

- ¿Kioshi? – escucho una voz femenina a mi espalda.

Me doy la vuelta y veo a esa chica, a esa soldado que siempre saludo y que todavía no sé ni su nombre. ¿Qué quiere de mí?

- ¿Ah?

- ¿Podemos hablar un momento? – vaya... parece bastante decaída.

- S... sí... claro. – Y todavía no sé su nombre.

- ¿Qué pasa con Umeko? – me pregunta Kyoko.

La verdad es que debería preocuparme más por lo que quiere hacer Umeko que por esta soldado, pero me sentiría muy mal dejarla así... Es que tiene una cara demasiado seria para lo alegre que acostumbra ser ella.

- No creo que sea capaz de hacerme eso. – Espero que esto la convenza, aunque no estoy seguro al cien por cien.

- ¡Vale! – me dice una Kyoko alegre.

Damos dos pasos para irnos con la soldado.

- A solas...

Frunzo el ceño durante un instante... Parece que en esta vida no todo va a ser para reírse. Me intriga, pero no quiero dejar a Kyoko sola...

En el momento en que me acerqué a ella y le susurré "gato espía" ya supo exactamente qué tenía que hacer.

Me fui con la soldado mientras que Kyoko desaparecía para luego aparecer en forma de gato y seguirnos. Al menos así la podía tener localizada, aunque fuese de día.

Sin decir ni una palabra, me guio por la ciudad hasta que fuimos a parar al bosque... El camuflaje de Kyoko quedó un poco expuesto durante el recorrido por el claro hasta llegar al bosque, pero por suerte, la soldado no miró hacia atrás hasta que llegamos al primer árbol.

- Esto... perdona que nunca te lo haya pedido, pero... ¿cómo te llamas?

- Me llamo Helen. – nos adentramos en el bosque.

- ¿Te puedo preguntar qué hacemos aquí?

- Kioshi... voy a ser directa contigo. – No sé por qué, pero me da la impresión de que Deron la ha liado mucho y ella sabe que somos amigos... - Cuando viniste aquí, cuando te vi por primera vez, la información que nos dieron sobre ti fue muy limitada.

- Antes de que sigas... ¿qué te contaron?

- Los crímenes por los que se te buscaban...

Me acaba de cambiar mi estado de ánimo. Otra vez tengo que dar explicaciones y recordar ese detestable día, aunque debería estar contento ya que llevo medio camino recorrido, pero con tan solo recordarlo... Ah...

- ... Mis superiores nos dijeron que eras inocente, que todo había sido un malentendido, pero hace poco supe de alguien que no opinaba lo mismo y...

Helen se quedó quieta. Notaba que su voz estaba rota y, cuando me miró, cuando pude ver esas lágrimas de tristeza en sus ojos, sentí mucha lástima por ella y confusión.

- ¿Fuiste... fuiste tú? ¿Asesinaste a mi hermanita?

Mi cuerpo se acaba de paralizar y he sentido un golpe en mi corazón... ¿hermanita? No me gusta esta situación...

¿Un mundo de fantasía sin un Rey demonio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora